No quiero que seas mi alma gemela

Capítulo 18: El temor de un futuro que se aproxima

¡Señores hoy es sábado y el cuerpo lo sabe! wow capitulo nuevo que se publica.

Quise actualizar antes pero no me dio el tiempo, pero aquí esta el nuevo capitulo, espero que lo disfruten (Gracias a las ventanas de dos horas que me permiten ser creativo)

_________________________________________________

Me desperté cuando sentí movimiento, yo duermo sola así que sentir movimiento que no es mío es claramente algo alarmante.

Abrí mis ojos encontrándome con unas paredes mucho menos rosadas y al enfocar mi vista note como no me encontraba en mi habitación, en eso sentí una calidez en mi costado y al voltear note como Mirabel se encontraba abrazada a mí con una expresión y entonces vinieron todos los recuerdos de la noche anterior, el cumpleaños de Toñito, mi ansiedad y la ruptura de Mirabel.

"Ojalá no hubiera despertado..."

"Comprendo el sentimiento" la voz de Mirabel sonó como un murmullo suave.

"¿Te encuentras mejor?"

"Quisiera decir que sí, pero sería una mentira" Sonreí.

"Si... supongo que has tenido suficiente" Mirabel se apegó más a mí y eso de alguna manera me hacía sentir calidez y no solo por el calor compartido de nuestros cuerpos.

"No quiero salir... abuela probablemente está molesta conmigo" Recordé lo que se suponía debía haber estado haciendo, pero no hice.

"Si tenemos suerte probablemente Dolores nos habrá cubierto... pero si no déjame decirte que no serás la única que estará en problemas" Di una sonrisa torcida.

"No me consuela demasiado saber que podrías estar en problemas por mi culpa" Mirabel me miro.

"Fui yo la que se marchó, si no me hubiera ido, no me habrías perseguido y ahora estarías en tu habitación" Suspiré.

"No te marchaste por gusto, lo hiciste por que estabas triste, y eso fue nuestra culpa, no tuviste ninguna responsabilidad ni tu ni Antonio, ustedes dos son los únicos que no tienen ninguna culpa" Abrace a Mirabel contra mi de manera protectora... deseando poder protegerla de todo el dolor que ha estado cargando desde los cinco años.

"No eres culpable tampoco Isa"

"Soy una adulta, pude haberte protegido... pero no lo hice" Mirabel me miro y negó.

"Cuando ocurrió todo aun eras una niña, ambas lo éramos no puedo culparte no sería justo de mi parte" Mirabel me dio un beso en la mejilla que me dejo paralizada "No te culpes por algo de lo que no tenías control alguno" Mirabel se apartó de mis brazos y se dispuso a marcharse.

"¿Mira?" Me levanté y la detuve.

"Tengo deberes y tu debes ir a tu habitación para que los demás no te vean" Mirabel me sonrió, pero no quería dejarla.

"Pero"

"Ve yo estaré bien, lo prometo" Mirabel abrió la puerta y se hizo a un lado para que yo saliera.

"No quiero enfrentar a la abuela" Debe estar molesta.

"Estarás bien, lo has hecho antes"

"Pero ahora la idea parece aterradora"

"Ve Isa, nos vemos en el desayuno" Mirabel me dio un rápido beso en la mejilla a la vez que me empujaba fuera de la guardería.

Sentía mi cara enrojecer ante la inesperada muestra de afecto... aunque cuando éramos niñas lo hacíamos mucho, recuerdo aun lo inseparables que éramos, dormíamos juntas en ocasiones Luisa se unía a nosotras, pero en general éramos Mira y yo durmiendo tomadas de las manos o abrazadas, ha pasado tanto tiempo que había olvidado la sensación... pero ahora puedo volver a recordarlo y el poder recordar tales cosas me hacen plantearme muchas cosas, ¿Por qué Abuela esta tan empeñada en separarnos?, ocurrió poco después de que Tío Bruno se marchara, al principio era algo disimulado pero a medida que crecíamos, abuela parecía horrorizada cada vez que nos juntábamos, abuela decía que era por que debíamos centrarnos en mis deberes y educación, pero mientras más lo pienso, menos sentido tiene, si Luisa la enfrento y dejo que ella y Mirabel fueran "hermanas normales" aún le hace trabajar a Luisa bastante pero no trata de separar a Mirabel de ella tanto como lo hace conmigo, lo mismo pasa con Dolores y Camilo, sin mencionar a Antonio, pareciera como si el problema fuéramos solo yo y Mirabel, es cierto que abuela casi no le habla, pero aun la tolera, es como si solo fuera yo quien debe alejarse de Mirabel, aun cuando discutíamos o cuando yo hacía comentarios sarcásticos, abuela nos miraba de manera atenta, como si esperara algo...