Eres ágil como el agua.
Yo soy humo.
Tú conspiras contra mi alma.
Yo soy humo.
Te levantas como una ola.
Yo soy humo.
Tienes todos los contrastes en mí,
y al parecer, yo, sigo siendo humo.
Dime, si tú eres lo más importante en mi vida,
con el simple hecho de no darte cuenta,
me conviertes en humo.
Date cuenta de la razón que tengo.
Sé que no es un simple sentimiento,
ni una tonta coincidencia.
Sé que yo soy humo y tú eres el fuego.
Pero te miro...
Tus ojos se giran a otra dirección, mis nervios se empiezan a acelerar. Parece que encontraste tu mitad. ¡Detente! No te ciegues. La máscara es diferente, pues lo que dentro trae, humo merece ser.
Y yo me doy cuenta de que empiezo a desaparecer.
¡Sálvame! ¡Ayúdame!
No camines más. Si buscas, me encontrarás y humo dejaré de ser.
Y no puedo pararte, el fuego se esparce, a tu camino has de llegar.
El humo se disipa. ¡Llévame contigo!
Solo quedan cenizas. Tiempo, devuélvelo.
Si me dieras unos minutos más...
Pero si humo fui, es porque humo estaba destinada a ser. Nada transmuta porque sí, y ahora el humo mira el fuego en otra casa. Calienta la chimenea.
Yo aquí te veré feliz.
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Por la noche | Compilación de escritos. Vol III ✨
RandomUna velada mágica y los pensamientos. Todo lo que sale del tintero después de las siete de la tarde es una tormenta inexplicable. Si gustas, puedes tomar estos pequeños escritos como tazas de té antes de dormir. Nadar entre las reflexiones y dejar...