CAPÍTULO 20 LA ENTREVISTA

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-¡Chris! Eres el mejor del mundo, gracias, no te imaginas lo mucho que te agradezco esto.-Corrí a abrazarlo en cuanto lo vi llegar a mi casa.

-Andrea.-Besó mi mejilla y correspondió a mi abrazo.-No me agradezcas, para mi es un placer acompañarte.-Sonrió y me guiñó el ojo.

-Chris, que bueno que has llegado ya, tenemos mucho por hacer y tenemos que salir ya o llegaremos tarde.-James llegó a interrumpirnos y a sacarnos de la casa.

Chris lanzó su mochila a no sé donde antes de salir apresurados de casa.

Entramos a un lindo Audi negro en el cual James se hizo en el asiento del copiloto mientras Chris y yo, en los asientos de atrás.

Repetidas veces le apretaba las manos a causa de los nervios y él soltaba y suave quejido.

-Cálmate ya, estoy aquí contigo, todo saldrá bien.-Me abrazó por los hombros y yo me aferré a su cintura.

Recordé el día en que contratamos aquel chofer, se llama Robert Anderson, 39 años, Estadounidense.

Supongo que era el más calificado para el trabajo, y a decir verdad, se lo merece.

En menos de una hora llegamos a un lugar que supongo, era para la sesión de fotos.

Entramos a un gran lugar y luego a un gran estudio, donde todo era blanco, había un gran telón blanco, reflectores, luces por todos lados.. ¿Acaso esto es el cielo?

-Tu debes ser Andrea..-Estiró su mano frente a mi en señal de saludo a la cual correspondí.-Mi nombre es Michael Evans, fotógrafo profesional, sigue, no tengas miedo.

Había ropa, una silla, un espejo y muchos implementos de estilistas, como todo lo que tiene Aida. Esto me recuerda a aquel restaurante en el que trabajaba.

Una mujer rubia llegó a atenderme, me sonrió, se presentó y comenzó a jugar con mi cabello y maquillar suavemente mi rostro. Haciéndome lucir confiada.

Michael hizo que me parase en una "x" bien ubicada en aquel telón, en donde todas aquellas luces y reflectores apuntaban a mi.

Casi me cegaban, por lo que tuvieron que bajarles un poco la intensidad.

Michael tomó su cámara y me indicaba qué hacer, mientras yo confundida y novata, trataba de satisfacerlo.

-Bien, ahora sonríe.

Pero era complicado sonreír, estaba nerviosa, sentía que empezaba a sudar y eso no era bueno.

-Tres minutos.-Michael declaró un pequeño descanso al notar mi desesperación.-Oye, Andrea, estás bien, pero aunque sé que es tu primera sesión, tienes que tratar de lucir mas relajada, estás demasiado tensa, no me considero exigente pero si perfeccionista, te doy un consejo y es que te acostumbres, de ahora en adelante tu vida será de sesiones, entrevistas, fama. Tú aceptaste entrar a éste mundo y ahora tienes que afrontarlo.-Me miró serio pero a la misma vez comprensivo y luego se marchó a ver las pocas fotos que ya había tomado.

Respiré pesadamente y asimilé sus palabras, tiene razón, yo acepté entrar a éste mundo..

Justo después de los tres minutos volvimos al trabajo.

-Relájate y sonríe.-Michael volvió a enfocar su cámara hacia mi.

Recordé su consejo, pero en medio de todo esto, allá atrás, Chris haciendo muecas, llamando mi atención, me hacían reírme a carcajadas.

Eso, le encantó a Michael, por lo que le pedía a Chris que no parara. Yo, no podía para de reír y para Michael, mi sonrisa, eran las mejores fotos.

Famosa *PAUSADA*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora