Famosa *PAUSADA*

CAPÍTULO 8 FAMILIA

(Nota importante al final del capítulo)

Tiffany me miraba de pies a cabeza con desagrado y, al percatarse que me había dado cuenta de su incómoda mirada me dedicó una falsa sonrisa.

-Y bien, Tiffany, ¿Qué te gusta hacer?-Decidí cambiar de tema, quise explorar en los gustos de esta chica para tal vez, solo tal vez, que nos llevemos bien.

-Lo típico, amo las compras, amo las joyas, los zapatos, las fiestas, y del trago definitivamente no me quejo. Por cierto, cariño..-Miró a Diego y no pude evitar sentir celos al escuchar la forma en que recientemente lo había llamado.-Tenemos que salir de compras el otro fin de semana, lo que me compraste hoy, no es suficiente.

Zorra, zorra, zorra, es peor que Leah cuando me odiaba, maldita Tiffany, si cree que va a usar a mi hermano como una billetera andante, se equivocó mucho.

-Si, cariño.-Le respondió él y quedé impresionada por su estupidez. Él no es así. ¡Recapacita, Smith!

-Tiffany, de hecho, Diego estará ocupado conmigo para el otro fin de semana.-La miré seria.

Rió sin humor.

-No es cierto, querida. Diego me comprará ropa, y ya está dicho.

-No.

-Sí.

-No.-Alcé un poco más la voz.

-Sí.-Imitó mi acción.

-Sí.-Diego se había metido en nuestra pelea, dándole la razón a ella.

Me quedé impresionada.

-¿Cuánto te cobra, eh? ¿Cuánto le pagas por noche?-Le grité furiosa a Diego.-Tú, zorra, te largas de mi casa, ahora.-La empujé hasta la entrada.

Ojalá le dé un frío tremendo con ese vestido tan corto que tiene.

-Si se va ella, me voy yo.-Diego agarró a la tipa de la mano y ambos salieron de casa juntos.

No lo puedo creer.

-Diego.-Le llamé en cuanto salió y éste me volteó a ver enojado.-¿Recuerdas? ¿Hermanos por siempre?-Agarré el collar junto con el dije que me había regalado el día de mi cumpleaños y me lo quité. Me acerqué al basurero.-Si piensas botar a la basura todo lo que hemos vivido juntos por una zorra barata..-Me di cuenta de que estaba llorando al sentir una fría gota húmeda resbalar por mi mejilla.-Entonces no vuelvas a esta casa.-Boté el collar a la basura y caminé de nuevo hasta la casa susurrando maldiciones.

Al verle, sus ojos estaban llenos de lágrimas a pesar de su enojo, sabía que yo le importaba, pero no hace lo mínimo por recuperarme.

¿Cómo es posible? Si tan solo ayer nos abrazábamos con cariño y nos decíamos idiota el uno al otro.

Hoy, ha decidido dejarme.

Todo cambia en cuestión de segundos.

Me sentía rota, sola.

Leo con su mirada triste y lamiendo mi cara trataba de hacerme sentir mejor cada vez que me veía en ese estado.

Lo abracé suavemente.

Es el único ser vivo con el que puedo hablar ahora, y yo, necesito desahogarme. Sé que él me entiende y a pesar de no poder decirme palabras como tal me brinda apoyo y amor.

-¿Conoces a esa Tiffany?-Le pregunté y él gruñó.-¿Crees que sea buena para Diego?-Ladró fuerte dándome a entender que no la quiere.-Diego se ha ido por ella.-Gruñó en tono mas bajo.-No puedo creer que haya echo eso.-Mis lágrimas comenzaron a descender de nuevo y mi pequeño amigo me lamió de nuevo la cara y se acercó mas a mi para que lo pudiera abrazar de nuevo.