ocho ; ❛t e a m o ❜

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Saber sobre que ocurrió dentro de su habitación, es explícito, Marcos quiere mantener la intimidad con su mujer en secreto, por eso, solo se contarán lo necesario, o tal vez no.

Ginocchio hace dos horas que está despierto, el sol de la mañana lo despabilo, había estado utilizando ese tiempo para admirar el rostro de su esposa durmiendo, agotada, pero con una sonrisa y expresión relajada.

Obvio, que estaban desnudos; las sábanas cubrían con mucho cuidado, sus cuerpos. Los tarareos de Marcos mientras se levantaba para ponerse sus calzoncillos y su pantalón, dejaba en claro que la había pasado de maravilla, además de que tenía estampado, pura felicidad en su cara.

Julieta es mucho más preciosa cuándo está deseosa, aún puede sentir rozar su piel suave, su voz diciendo su nombre...
Ella era su perdición.

Desde que se casaron, un montón de gente le reclamaba, de que consentía mucho a su esposa, siempre hablaban de los regalos que él podría hacerle, de porque preparaba la comida favorita de ella, la acompañaba a las actividades de su preferencia, puff, ellos no saben nada de su matrimonio.

Los metiches no se dan cuenta de que Marcos es feliz, si Julieta es feliz. De que realmente le gusta hacerlo, su esposa también suele realizar tipos de actividades para ambos, pero; ¿Que van a saber los demás? Hablan por hablar.

Se concentró para poner agua en el termo, ya había tostado algunos panes, tenía la manteca, dulce de leche y queso crema en la mesita de cama, tiene en claro que , ni bien despertará ella, tendría hambre, como él.

— Ju, levántate —  Llamo suave mientras acomodaba la mesita y encontraba mejor posición para él.

— Cinco minutitos más, Mar. — contesto mientras se hundía más en su almohada. Él se rió por su compartimiento.

— Bueno — Tomó el primer mate de la ronda — Si la señorita Ginocchio no quiere comer, más pasto para mi caballo. — se preparó una tostada , atentó a su futura reacción.

— Nunca me dijiste que había comida — habló Julieta acomodándose en la cama tapando sus pechos con la sábana.

— Entonces; ¿la palabra mágica es "comida"?

— Nop, también por "Señorita Ginocchio" — Ju miro fijamente el termo, por qué la mirada curiosa de él le daba nervios. — Es Poggio de Ginocchio.

— Bueno, como quieras, en las dos sigue apareciendo mí apellido. — Sonrió triunfante —  Combinan muy bien.

— Al parecer, a una personita le vino muy bien a hacerlo — Lo miro coqueta —  se le ve más feliz, Ginocchio. — ambos sostuvieron las miradas por un buen rato, ninguno quería dejar de apartar la vista.

— ¿Como no estarlo? — Julieta trato de prepararse para cualquier ocurrencia que pueda decir — Descubrí lo mucho que me gusta, que mí mujer gima mí nombre.

— Ah bueno — Ella se rió avergonzada — sos un pervertido cuando te conviene, ¿Dónde esta el marido tranquilo con el que me casé? — Marcos no respondió y le entrego una tostada — Ya sabemos que no tenes que estar borracho, te revolucionas al mil.

— Vos tampoco te hagas tanto la santa, linda.

— ¿Perdón?

— Y todas las veces que me decís hermoso? — Julieta dejo el mate — y cuando quiero que me lo repitas, porque sí, Julieta. Te doy más atención de la que vos pensas. — Le dio un beso en la frente — me cambias de tema.

— Ajá — atacó ella — y que pasa por tu cabeza cuando me pedís que te modele ropa?

— Uff, ¿sacando trapitos al sol? — La Rubia sonrió, ninguno se iba declarar como perdedor — No te voy a mentir, mí amor. Pero mayormente pienso en sacarte la ropa, aunque sos un bombón estando vestida.

Ju se acercó a él y lo abrazo, Marcos la acomodó encima de suyo con suavidad, ambos rieron, no rompieron el abrazo y el resto de la mañana, se dedicaron a darse los besos que tanto anhelaron, cada uno, era mejor que el anterior.

Siguieron abrazados, hasta que ella le dijo que iba a bañarse, él claramente tenía planeado acompañarla en el proceso y Julieta también parecía saberlo, o no había razón, porque la que no dijo ni una palabra cuando él se coló descaradamente en la bañera.

— Ya qué estás, podrías lavarme el pelo — Habló mientras le pasó su shampoo, Marcos la miro sorprendido por la increíble rapidez de confianza — ¿Qué? — Soltó — ¿Pensaste que ibas a estar acá solo para mirarme como me jabono y que no ibas a hacer nada más? — Él se mordió los labios — No Señor.

— Sí mí mujer me lo pide, ¿quien soy yo para negarme? — Espero a que se mojara más el pelo, se puso el shampoo en una mano y comenzó a hacerle cuidadosamente masajes despacio en la cabeza.

La rubia se relajo al sentir el delicado masaje en su cuero cabelludo, se pregunta cómo es, que tiene paciencia para estos casos?, Cuándo hizo espuma suficiente, enjuagó su pelo.

— Listo — Hablo él — ¿Deseas algo más, linda? — Ella negó con la cabeza, él se baño rápido y salió, para que pudiera continuar sola, Juli realmente quería que se quedara un poco más, pero Marcos le dijo que iba cocinar milanesas.

Aún tenía que asimilar que no estaba soñando, que lo que había pasado en las últimas cuarenta y ocho horas fue real, que Marcos se le confesó, y todas las hermosas palabras que le dijo, lo bien que la hizo sentir.

No era su primera vez, en realidad, lo había hecho con su Ex, varías veces, pero no duraba más de diez minutos, porque según Lucca, se canso e indirectamente terminaba insatisfecha. (Además de que él le era infiel)

Quiere dejar de pensar en ese pelotudo, se puso la toalla y salió del baño, ya en la habitación se encontró con su marido nuevamente, terminó de cocinar y la estaba esperando para comer juntos.

Volvió abrazarlo otra vez, estaba feliz, su vida siendo la esposa de Marcos era increíble, Él era maravilloso y comprendió también el porque, ella rechazaba cualquier hombre que se le insinuara para salir.

— Estoy enamorada de vos — confesó, las caricias que él le daba no se detuvieron. pero cuando sus ojos se encontraron, regresó la necesidad de repetirlo, aunque ambos lo sabían

— Te amo.

.   .   .   .   .   .   .   .   .   .
1000 palabras.

Holaaa de nuevo!

Quería pedir disculpas por la bromita de agosto, enserio, solo que me pareció tan irreal subir tres capítulos seguidos y me dio miedo de tener otro bloqueo, tampoco quería prometer por temor de no cumplir y decepciónar.

Otra cosa; si no hay escenas +18 como tal vez esperaban, es porque no sé escribir eso (que inútil ¿verdad?) Aún así me recomendaron en hacer insinuación sobre el acto y que quedé a libre interpretación. Pero, otros mil perdones a las personas que esperaban eso.

Bueno, solo voy a decir que ya falta poquitito para terminar este fic tan hermoso, y gracias a cada uno que apoyó está idea hasta el final. ¡Realmente me ayudaron a evolucionar como escritora!

Sin más que decir nos vemos el próximo capítulo, chau 🫂💕





Iridiscencia | GH ArgentinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora