Capítulo 2

340 39 11
                                    

Cuando terminaron la academia todos conocían la relación amorosa entre Wednesday Addams y Enid Sinclair, aquellas que vencieron a Crack Stone y el Hyde, que resolvieron misterios sin respuestas aparente, durante sus años académicos.

Para muchos "la una para la otra", para otros "más opuestos que el Sol y la Luna", pero todos si tenían algo claro, "funcionaban malditamente bien".

En la universidad Wednesday se inclinó a la criminalística y escritura. Mientras tanto Enid, psicología e influencer para jóvenes lobos con atraso en sus transformaciones, siendo la mayor consejera de este campo al haber superado su inferioridad y mal trato por parte de su clan.

Para ninguno de sus amigos o secuaces como Wednesday solía llamarlos, fue sorpresa que, durante el último año de la universidad de ambas chicas, la pelinegra le propusiera matrimonio al estilo Addams, con todo el sacrificio que esto llevaba.

— Prometo cortar las arterias de mi corazón antes de lastimar el tuyo, cortar mis cuerdas vocales antes de mentirte, y bañar mi existencia de colores si eso significa unir mi vida a la tuya, Enid Sinclair — al decir esto de las cajas detrás de Wednesday comenzaron a salir cientos y cientos de globos de diferentes colores elevándose al cielo.

— ¿Aceptarías la tortura eterna de unir tu vida al apellido Addams?

No hubo Hyde, fantasma del pasado, antepasados o maniaco fuera de lugar que arruinara el día en que Enid Sinclair besó a Wednesday Addams como si fuera el oxígeno que la mantiene viva, aceptando su propuesta.

Para Enid Addams su boda fue el día más especial de su vida. Wednesday la había hecho sentir, ver y ser una diosa, una que la propia Afrodita bendijo como una hija, entregándole el amor más profundo del mundo, el amor de un Addams.

Dos años después de haberse casado Enid nunca espero escuchar las palabras que salieron de los labios de su esposa.

— Il mio lupo— dijo bajo Wednesday, si Enid no llega a tener su oído fino por ser un licántropo no hubiera sido capaz de escucharla.

Se encontraban sobre su cama matrimonial. Wednesday con la espalda pegada al espaldar de la cama con un libro en sus manos, aunque llevaba ya un tiempo sin leer, solo pensando. Enid estaba acostada abrazando los muslos de su esposa mientras dormitaba.

— ¿Qué te gustaría para nuestro aniversario? — pregunta soltando el libro en la mesita de noche justo al costado de la cama.

Enid no respondió en seguida, se tomó su tiempo para pensarlo y Wednesday lo respetó. De mientras daba leves caricias en la cabeza de su amada lo cual la hacía cerrar los ojos disfrutando de la muestra de afecto.

— Yo tengo algo en mente, pero no estoy del todo segura — besa su muslo y comienza a trazar círculos por la fría piel, enviándole cosquillas a la heredera Addams — ¿Has pensado en qué te gustaría?

— Enid— la voz de la pelinegra se sintió baja una vez más, y comenzaba a preocupar a Enid, sobre todo sintiendo como los latidos de su corazón enloquecían por lo que estaba apenas pensando.

—He estado teniendo visiones últimamente, son del futuro, como si fuera una señal para tomar la decisión pronto. — ¿visiones?

Enid escucha atentamente cada latido como si cada uno de ellos arrullaran al su propio corazón.

— ¿Te gustaría que formáramos una familia?

Enid ni siquiera preguntó si había escuchado bien, por muy bajó que fue el tono como si ocultara lo que estaba preguntando Wednesday, ella lo escucho tan claro como el agua.

Se sentó rápidamente para mirar directamente a Wednesday, quien tenía un muy ligero rubor en sus mejillas, y sus ojos abiertos. Se veía vulnerable, como si lo siguiente que dijera Enid pudiera hacerle daño a ella, a la "fría y calculadora" Wednesday Addams.

Una vida por otraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora