Una vida por otra

Capítulo 4

— Mary Addams, ¿me estás prestando atención?

Al escuchar su supuesto nombre gira rápidamente — Lorens.

Escucha como el nombre sale de sus labios y se percata de que esta no era una visión cualquiera, estaba reviviendo el pasado.

Se encontraba dentro de lo que parecía ser una cabaña, sentada frente a la hoguera viendo como las llamas acaloraban su cuerpo.

—¿Estás bien? — pregunta la nombrada Lorens tomando su mano.

La chica era muy parecida a Enid, solo que su cabello era negro, y tenía un aura más oscura que el rayo de sol que tiene por esposa.

—Sí, todo está bien— se siente suspirar —. Venga, es momento de hacer el ritual, la luna está casi en posición.

Al decir esto se pone de pie y comienza a caminar sin pista de su destino para Wednesday. Fue una sorpresa para ella cuando se paró justo frente a un barril con agua y al inclinarse pudo ver su reflejo.

La mismísima Wednesday Addams, pero su cabello era totalmente blanco y no llevaba coletas entrenzadas sino un moño. Luego de enjuagar su rostro, se para recta y ve de frente a Lorens, quien la miraba preocupada.

—Vayamos a por nuestro hijo— y siente la mueca de una sonrisa en el rostro.

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(...)

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La luna se encontraba en su punto justo, pero fue obvio para Wednesday lo que estaba mal, el hecho de que era un eclipse lunar lo que acontecía esa noche y no la luna nueva «No, no, no» pensaba y comenzaba a entender lo que sucedería.

El matrimonio había acomodado una plataforma en lo profundo del bosque, evitando que algún lugareño las encontrara y condenara. Al igual que Wednesday y Enid, ambas se posicionaron en lugares contrarios de la plataforma, y no había nadie que recitara el canto como había hecho la abuela Addams aquel día.

Con el eclipse posicionado justo encima, era momento de comenzar el ritual.

—Hecate, Asteri et Perses filia— recitó Lorens — noctis et magicae dea est. Concede bendictione tua magicam nativitatis inter lycanthropam et vatem. Virtutem animarum suarum pro tua liberalitate reddi. Hanc oblationem et da eis heredem.

Wednesday solo podía observar todo desde los ojos de Mary, no era posible que estuviera funcionando.

Las almas de ambas son extraídas de sus cuerpos y el ser de Wednesday es expulsado para verlo todo desde su propia persona espectral.

Un torbellino de oscuridad gira entorno a la plataforma y justo cuando el bebé termina de formarse, aparece el mismo ser que Wednesday rápidamente identifica —Ker— gruñe.

Fue una sorpresa cuando la diosa levantó su cabeza deforme para mirar en su dirección.

«No es posible que me vea» pensó.

Dicho pensamiento se esfumó, cuando la misma sonrisa que le había dado en la casa antes de atacarla, apareció en su rostro.

En el momento en que el ser iba a decir algo, el matrimonio despierta y Lorens da un grito de terror al ver al ente con el bebé en sus brazos.

Rápidamente Mary corre en dirección a su esposa para cubrirla.

—¿Quién eres? — pregunta nerviosa —Es imposible que seas Hécate— reta, pero el temor está en ella.