Capítulo 7

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Era demasiado obvio que la diosa se estaba conteniendo. Se desplazaba de un lugar a otro evitando los ataques de Wednesday y las garras de Enid. Incluso Gómez y Fester se habían sumado al asalto.

Pero todo juego llega un momento en que aburre, como los gatos cuando se divierten con los ratones. De un zarpazo logró lanzar a Enid hacia los árboles y el grito de ira de Wednesday, fue su perdición.

— Inocentes almas — dice la diosa en el momento en que agarra a Wednesday por el cuello, y todos en el campo visual se paralizan — Unas cucarachas no podrán hacerme daño...

Ni siquiera pudo terminar su burla cuando una fuerte mordida en el brazo con el que agarraba a la pelinegra, la obligo a soltarla y retirarse unos pasos.

Enid había sido capaz de tomarla desprevenida. Colocándose frente a su esposa que tosía por la presión que ejercieron sobre su cuello, la loba muestra sus dientes y gruñe en advertencia a la deidad.

Con los años, no solo Enid como mujer se había desarrollado, su lobo también lo había hecho. Era mucho más grande que cuando pelearon contra el Hyde, y su pelaje se había aclarado.

La diosa que ahora era de extremidades largas, rostro desfigurado mostrando más colmillos de lo que cualquier lobo podría alguna vez tener, golpeó el suelo con su garra herida. Aunque para Wednesday y Enid era señal de que no le dolía en absoluto, la verdad es que la habían herido.

— Al parecer, a los Addams— gruñó y de pronto comenzó a reír de forma chillona cuando dijo —, no solo una diosa los bendice.

Todos se encontraron con la duda al no ser capaz de ver lo que Kor veía.

Tras ambas mujeres, se encontraba el espectro de una diosa de rostro pálido, labios rosados, cabellera blanca por debajo de su cintura, vestido clásico griego pegado a su cuerpo que poseía hermosos y grandes atributos, y sobre su cabeza una media Luna blanca. Dicha diosa se encontraba acompañada por dos enormes bueyes blancos a sus costados.

— Selene— gruñe el ente y esta vez Sinclair si es capaz de reconocer el nombre de su propia diosa, y la loba aulla al escucharlo.

Los Addams mayores estaban confundidos, pero antes de que alguien pudiera decir algo, la diosa luna se materializó justo detrás Wednesday y la loba.

— ¿Qué mierda haces aquí? — escupe Ker señalando en su dirección con una de sus garras.

Uno de los bueyes inclina su cabeza y la une a la de la loba, quien cierra sus ojos y recibe la bendición de la diosa para comenzar a curar el zarpazo que había recibido antes.

— Los Addams no es una familia con la que debas meterte Ker— dice serena la diosa de cabellera blanca —. Ya estás cruzando los límites y no lo permitiremos.

Ante lo último dicho por la diosa Selene, Ker comenzó a reír escandalosamente, burlándose de la deidad en su propia cara.

En un movimiento leve de manos, el enorme buey restante fue a por Ker lanzándola contra los árboles.

— No aceptaré ofensa alguna de tu parte— dice la diosa y una fuerte brisa se siente azotando todo el lugar.

Wednesday se acerca a su loba y la abraza del cuello para luego revisar como sus heridas habían desaparecido.

Ker se levanta y presencia como junto a la diosa de la Luna aparece un ser, que no pensó vería en esta disputa.

Con estructura humana, y como si poseyera un largo cabello, las sombras estrelladas formaron un cuerpo femenino, no se definía mucho más que eso y sus curvas.

Una vida por otraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora