CAPÍTULO 6

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CAPÍTULO 6

Devastado, Hyunjin buscó entre las docenas de candados que habían sido colgados junto al suyo, hasta que lo encontró, su color azul con todo y la tenue luz de las farolas seguía luciendo brillante, leyó con un nudo en la garganta su nombre y el de Chan grabados en el lomo de la pieza de acero, lo acarició nostálgico y recordó el día en que lo habían colgado, veinticinco de diciembre, Chan lo había obligado a salir de casa, pese al frío que hacía, para ir hasta el Puente de las Artes.

—Flashback—

"— ¿Qué hacemos aquí Chan? Hace mucho frio — cuestionó el diseñador, quien llevaba entre sus brazos al pequeño Kkami que Chan le había regalado por navidad.

— Es navidad, debemos hacer algo especial Hyunjin — el diseñador rodó los ojos y se dedicó a seguir a Chan quien caminaba unos pasos adelante de él.

—Pudimos hacer algo especial en casa, Kkami morirá de frio — protestó, abrigando más al pequeño cachorro que estaba cobijado con una mantita de lana contra su pecho

—No lo hará, está calientito entre tus brazos, vamos sé un poco romántico, tu eres el francés.

—Tengo doble nacionalidad, nací en Seúl y mis padres son de Busan — corrigió — sólo sigo viviendo en Paris por cuestiones de trabajo, recuérdalo — Chan negó divertido, habían recorrido casi todo el puente de las artes y su novio estaba a punto de armar un berrinche por el frío. .

—Aquí, éste es el lugar perfecto — señaló deteniéndose junto a la tercera farola de su mano derecha.

—Lugar perfecto... ¿Para qué? – Preguntó confundido. Chan sacó del bolsillo de su abrigo un candado azul con su nombre y el del menor grabados. — ¿Colgaremos un candado? — Chan asintió.

—Juraremos nuestro amor eterno, como dice la tradición —contó con una sonrisa que dejaba ver sus hoyuelos. Luego de encontrar el lugar perfecto para su candado en el barandal del puente, colocó el mismo y lo cerró ante la atenta mirada del diseñador, quien sonreía conmovido, por los románticos regalos que había recibido esa navidad de parte de Chan. El rizado le entregó una llave a Hyunjin, quedándose él con la copia, ambos las besaron en sincronía y luego las arrojaron al Sena, como dictaba la romántica tradición de los candados del amor."

—Fin del Flashback—

Colocó el alicate cerca del candado dispuesto a cortarlo y terminar así con la promesa de amor rota. Emitió un débil sollozo dejando escapar un par de lágrimas más cuando cerró sus ojos.

—Te libero de tu promesa Channie... — susurró con voz rota, dispuesto a cortar la pieza de acero. Un par de personas que se encontraban cerca lo miraban con pesar, lamentando el desamor del joven, mientras que Hyunjin se limitó a dar un doloroso suspiro y cerró los ojos dejando caer aún más lágrimas y posando la herramienta sobre el aro.

— ¡Hyunjin! — el diseñador abrió de golpe sus ojos al escuchar su nombre, el corazón le dio un vuelco violento que lo dejó sin aliento. Incrédulo volteó a ver en todas las direcciones deseando con todas sus fuerzas que no fuera solo una cruel ilusión. — ¡Hyunjin! — volvió a gritar la familiar voz entre la multitud, Hyunjin sintió como su agonizante corazón volvía a la vida con cada violento latido que daba contra su pecho — ¡No lo hagas! ¡Estoy aquí! ¡Vine por ti! — Continúo gritando el joven empresario hasta estar frente a frente con Hyunjin.

—Viniste...— susurró dejando caer el alicate que sostenía en su mano.

—Lamento haber llegado tarde, mi vuelo se retrasó, perdí mi teléfono y luego el taxista que me trajo desde el aeropuerto no entendía lo que le decía y...— trataba de explicar desesperado el mayor mezclando por momentos el coreano y el inglés.

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