Me dirigí a casa de Hagrid y al llegar toqué la puerta dos veces, casi al instante la puerta se abrió dejando ver a mi semi-gigante favorito, sonreí.—Oh, eres la pequeña que saltó del bote, ¿porque hiciste eso? —preguntó Hagrid apenas me vio dejándome pasar.
—Quería que mi primera vez en Hogwarts fuera inolvidable, y lo fue —sonreí en grande.
Saludé a los chicos con la mano y me senté a su lado.
—Asumo que eres otra Weasley —comentó Hagrid.
Asentí.
—Lo soy, Ron y yo somos mellizos —nos señalé y Hagrid nos miró con las cejas alzadas.
—¿Mellizos? Vaya, nunca había conocido a mellizos.
Sonreí con ternura cuando se quedó pensativo.
—¿En que estábamos? —preguntó Hagrid no recordándolo bien— Oh si, Harry, Tonterías ¿porque Snape te odiaría? —dijo desviando la mirada.
No lo se, tal vez porque su padre es James Potter, el bully de su infancia y su madre es Lily Evans, la mujer que amó desde siempre y ex-mejor amiga, obviamente no tiene motivos para odiar a Harry.
—¿Y cómo está su hermano Charlie? —preguntó Hagrid a ambos—. Me gustaba mucho, era muy bueno con los animales.
Y este obviamente no es Hagrid cambiando de tema.
—Charlie esta muy bien, se está dando la gran vida en Rumania trabajando con dragones —dije yo, realmente admiraba a Charlie.
Ron comentó una que otra cosa mas al respecto mientras yo observaba lo que Harry hacía, estaba viendo El Profeta con asombro.
—¡Hagrid! —dijo Harry—. ¡Ese robo en Gringotts sucedió el día de mi cumpleaños! ¡Pudo haber sucedido mientras estábamos allí!
Nuevamente, Hagrid desvió la mirada hacia su ventana, yo negué con la cabeza suspirando.
Mi azabache amigo solo quería respuestas y nadie se las daba.
Luego Hagrid nos ofreció pastel, el cual yo amablemente acepté comiendo un trozo. No estaba tan mal, pero tampoco estaba muy rico, era pasable. Y nos fuimos.
Harry iba pensativo y callado y Ron y yo charlábamos de cualquier cosa que se nos viniera a la cabeza.
—Harry ¿estás bien? —pregunté yo llamando su atención.
Me observó por unos segundos y luego asintió bajando su mirada.
Suspiré y miré a Ron, quien se encogió de hombros.
(...)
Hace unos días, todos nos encontrábamos en la sala común y la mayoría se encontraba quejándose a punto de llorar, yo en ese momento estaba en el sofá comiendo una varita de regaliz.
No me molestaba la presencia de los Slytherin's, a ellos les molestaba la mía.
—Perfecto —dijo en tono sombrío Harry—. Justo lo que siempre he deseado. Hacer el ridículo sobre una escoba delante de Malfoy.
Me reí un poco pero luego él me vio y mi risa paró para después palmearle el hombro.
—No sabes aún si vas a hacer el ridículo—dijo razonablemente Ron—. De todos modos, sé que Malfoy siempre habla de lo bueno que es en quidditch, pero seguro que es pura palabrería.
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¿¡Soy Ginny Weasley!?
FanfictionOlivia Monroe tenia una vida perfecta; amigos que darían su vida por ella, familia que la amaba con cada fibra de su corazón, popularidad, etc. La chica era una completa fan de los libros de Harry Potter. Pero, ¿qué pasaría si todo eso se va a la bo...