¿¡Soy Ginny Weasley!?

Conociendo nuevas personas y al calamar gigante

Harry abrió una bolsa de grageas de todos los sabores.

—Tienes que tener cuidado con ésas —lo previno Ron—. Cuando dice «todos los sabores», es eso lo que quiere decir. Ya sabes, tienes todos los comunes, como chocolate, menta y naranja, pero también puedes encontrar espinacas, hígado y callos. George dice que una vez encontró una con sabor a duende.

Ron eligió una verde, la observó con cuidado y mordió un pedacito.

—Puaj... ¿Ves? Coles.

Pasamos un buen rato comiendo las grageas de todos los sabores. Harry mordió la punta de una gris, que Ron no quiso tocar y resultó ser pimienta. Yo clara-mente ya sabía lo que era, pero quise que Harry lo probara.

Yo tomé una marrón que ninguno quiso comer, miré al techo y recé en mi mente para que no fuera lo que yo esperaba que era.

Los chicos me miraron expectantes.

Finalmente lo comí, cerré los ojos con asco pero al saborearlo, una sonrisa victoriosa se posó en mi rostro.

—Chocolate —Harry soltó un suspiro de alivio y Ron se cruzó de brazos, pues él esperaba que me tocara popo.

El paisaje cada vez se hacía mas...ya saben naturalístico.

Habían desaparecido los campos cultivados, los animales de granja y granjas para ser sustituidos por colinas verdes, bosques y ríos.

Y vaya que era hermoso.

Me quede ensimismada en el paisaje que no noté cuando tocaron la puerta del compartimento.

—Perdón, ¿Por casualidad no han visto un sapo?

Di un respingo al escuchar eso, yo conocía esa frase.

¡NEVILLE!

Me volteé tratando de parecer normal.

AAAWWWW.

¡AYUDA! Neville es súper tierno, ¿Porque siento ganas de apretarle los cachetes?

Harry y Ron negaron con la cabeza, yo si que lo había visto.

—De hecho, —interrumpí y él me miró— lo vi en el pasillo que dan a los baños. Fue hace mucho, así que no sé si seguirá ahí —dije enredándome en algunas palabras.

—¿Enserio? ¡Muchísimas gracias! —y se fue corriendo, yo suspiré tratando de calmar mis nervios, okay, ya conocí a Neville tiernis, falta la diosa de Hermione y mi esposo Draco.

De hecho, faltaban muchos mas, pero ellos eran los primeros en mi lista.

—Eso fue raro, pero lo entiendo, estaría igual si perdiera a Cassie —sonrió Ron.

Asentí de acuerdo con Ron, Alec era muy especial para mi, no sabría que hacer si lo perdiera.

Empezamos a hablar de cosas triviales, bueno, ellos, ya que yo respondía de vez en cuando, estaba muy nerviosa.

Okay...

3...

2...

1...

Abrí mis ojos que ni me di cuenta de cuando los cerré.

¿Ah?

3...

2...