Donde una mujer humana se enamora de un autobot.
Donde una profecia de hace millones de años debera cumplirse.
El destino de T/n Bennet; Optimus Prime.
(Optimus Prime x Fem!)
— ¡Bee! ¡Abre la puerta! — grito desde dentro del auto.
— El jefe me pidio que te aleje del peligro T/n — comunico Bumblebee por la radio.
— Bee por favor, tenemos que ayudar a los demas. Optimus esta peleando por allá, no se enterara que ayudare a la gente en el edificio. — trato de convencerlo.
Bumblebee conocia a la perfeccion a su amiga y sabia que no desisitiria en cuanto a dejar solas por su cuenta a esas personas de un edificio que estaba siendo atacado.
— Tu ganas — dijo el autobot.
Para así llevar a la chica a las puertas del edificio y esta subiera para ayudar a cada persona que se topaba en el camino.
Cuando el edificio estuvo liberado salio a la calle en busca de Bumblebee, pero no lo encontro por ningun lado. De seguro estaria enfrentandose a algún decepticon penso.
Empezo a correr por en medio del caos que consumia a toda la ciudad, cuando sintio temblar la tierra. Con el corazón acelerado busco al causante de aquel temblor; un enorme decepticon bajo tierra.
Mierda. Ahora nuevamente entendia por que no debia desobedecer a Prime.
Como pudo siguio corriendo. Debia de continuar o de otra manera esa cosa acabaria en cuestion de segundos con ella.
Pero como cosa del destino, aparecio Optimus por una de las calles tocando su bocina pidiendole que subiera. Los ojos de T/n se iluminaron al verlo. No tardo en estar dentro de él y relajar todo su cuerpo de toda la adrenalina que habia vivido hace unos segundos.
— ¿Estas bien? — pregunto Prime.
— Si, como siempre llegaste en el momento justo. ¿Que carajos es esa cosa? — se pregunto viendo por el retrovisor.
— Les pedi a ti y a Bumblebee una sola cosa. — hablo.
— Lo se, pero no te enojes con Bee. Yo le insisti, habia gente, niños atrapados. No me iba a quedar sin hacer nada.
— Entiendo, pero no te vuelvas a arriesgar de esa forma. Si te pasara algo yo... no se que haria.
— Optimus... — dijo apenada, habia sentido aquellas palabras y le parecio tierno ya que era la primera vez que le decia aquello — Ahora solo queda que nos libremos de esa cosa — menciono observando como aquel decepticon se acercaba cada vez mas.
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