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Wednesday ya se había recuperado del hematoma que tenía en la cabeza hace ya algún tiempo, hoy tocaba el primer partido de la temporada, no estaba nerviosa, Steve la había puesto a entrenar una tarde completa después de que le quitaran la venda de la cabeza.

—Necesito tomar algo, Steve, siento que voy a morir, hace seis meses no practico y después de una semana de entrenamiento no estoy lista, ¿Hace calor?, Tengo calor, dios, necesito beber algo, Max ¿Traes agua?— Una nerviosa Robin caminaba de un lado a otro en los vestidores.

—Ya cálmate, vas a jugar bien— aseguro el castaño.

—Extraño a mi novio— dijo Xavier.

—Y yo a mi novia— Se sentó recargando su cabeza en sus manos.

—¿Cuando vas a dar el siguiente paso?— voltearon a ver a Wednesday.

—¿Yo?

—Oh vamos, todos aquí saben que te gusta Enid y que a ella también le gustas— dijo con obviedad

—Pues que metidos.

—¡Ya se!— gritó Robin y la voltearon a ver —Si ganamos hoy tienes que decirle en la fiesta lo que sientes— todos comenzaron a animar y apoyar la idea.

—No.

—Cada quien te dará veinticinco dólares si lo haces.

Wednesday acepto. Después de todo, no perdería la oportunidad de ganar dinero. Nunca tenía esperanzas en nada, pero sin duda, algo en ella esperaba que Enid le correspondiera, tal vez solo no quería quedar como idiota. Tenía que ser eso, ¿no?

—¿Tu, Max?— ahora voltearon a ver a la pelirroja.

—Pues le dije que me gustaba y me rechazó.

Al ver que todos se quedaron callados, Max hablo de nuevo:

—Es broma, en realidad solo le dije que me gustaba pero no hemos empezado a salir o algo.

—Bueno en tu caso solo le pedirás salir, si ganamos— Max se le quedó viendo a Robin

Ella pensaba algo así como «¿Algo más, patrón?, ¿de que sabor quiere su refresco?». Ver novelas Mexicanas de su mamá le estaban afectado.

—¿No quieres que también te dé dinero?

—Si tienes, si.

—Ya, no se distraigan, hoy tenemos que ganar o me tiró de un puente, me empastillo, me suicido, hago que me atropellen, me...

—Entendimos, Steve, cálmate.

Tres minutos y once segundos quedaban en el marcador, iban ganando a cinco puntos.

Wednesday botaba el balón por la izquierda, analizando las posibilidades de anotar, la conclusión era pasársela a Max, quien estaba en la línea de tres puntos.

Paso las defensas, boto el balón y lo lanzo a su compañera, quien, de un bote lanzo el balón directo a la canasta, más tres puntos para Nevermore.

Saque certero de el equipo contrario, logro esquivar a Robin y Max, pero Wednesday logro quitarle el balón y llevarlo, a media cancha y rodeada se la jugó con un tiro de media línea, anotando, más cinco puntos.

Lamentablemente el equipo contrario los logro adelantar por tres puntos, aún quedaban dos minutos diez segundos, los nervios estaban a tope, pero,
tenía una estrategia, bueno, tenía más de doscientas, pero la que estaba pensando en ese momento era la correcta.

Max lleva el balón por la espalda, pasa el balón a Steve y anota con una bandeja, más un punto.

Solo faltaban dos puntos para el empate

Wednesday corría hacia la cancha contraria, Robin le pasa el balón y antes de sobrepasar la línea de 6,75 tira, anotando en el proceso y sumando tres puntos a tan solo 30 segundos.

No sé quedarían así, Max se encargó de meter una colada y provecho un rebote casi seguidos, ganando así por tres puntos, entrando de nuevo a la liga escolar.

Gritos y celebraciones se hicieron presentes, el equipo celebro con un abrazo entre todos y porras por parte de las animadoras.

—Jugaste bien, Wednesday.—Confesó Enid cuando ya habían dejado de celebrar.

—Yo siempre juego bien.—Respondio. Se sentía nerviosa, extraño.

Enid sonrió y asintio.

—Si tu lo dices, te creeré.

—Tu mejor opción es creerme, eso es seguro.

—Mhmn

—¿Irás a la fiesta que va a hacer Steve?—Pregunto caminando hacia la salida, aún llevaba el uniforme al igual que Enid el de porristas.

—Supongo, ¿Tu irás?—Respondio poniéndose el suéter de las porristas.

—Para mi mala suerte, si no voy, perderé más de cien dólares.

—Entonces supongo que te veré ahí.—Quedaron frente a frente.

—Supones bien.—Respondio. Enid sonrió.

—Entonces ya me voy, nos vemos más tarde.—Se despidió de un beso la mejilla.

Wednesday se quedó en el pasillo viendo a la rubia irse, era raro decirlo y nunca imagino siquiera pensarlo, pero cada vez estaba más segura de que Enid le gustaba, no podía negarlo.

—Pido ser la madrina de los gatos que tengan.—Bromeo Max apareciendo detrás de ella.

—Y que me rechace.

Max le dió un golpe en la cabeza.—Que la boca se te haga chicharrón.

—¿De dónde sacaste eso?

—Novela Mexicana que ve mi mamá

Wednesday la vio unos segundos, tratando de decifrar si le estaba mintiendo. No era mentira, en serio lo saco de una novela que ve su mamá todos los días a las cuatro.

Feelings;  WenclairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora