El desastre que nos une.

Dia del juicio. pt2

Logan.

A veces, la vida se convertía en una jodida avalancha. En apariencia una gran cantidad de nieve descender, nada que deba darte miedo, ya que estando lejos posiblemente nunca iría hacia ti. Nada que pueda hacerte daño, al menos nada serio. Y te confías, permaneces en el mismo lugar observando cómo se acerca, poco a poco. Y no nunca te detienes a pensar que en realidad, lo que se aproxima es una pared sólido e impenetrable cuya catástrofe es imposible sobrevivir.

Pero así es la vida, ¿no? Todo es efímero, no existe dolor que dure cien años; hasta la avalancha, más grande, desaparece al destrozar todo a su al rededor.

Y todo sucede en un instante, sin permiso, sin previo aviso.

—Logan Russo, puede levantarse y declarar.—dijo uno de los abogados.

Aquí vamos.

Me levanté y puedo jurar que mis piernas se habían convertido en una jodida gelatina, todo dentro de mí estaba en una guerra.

Acercaron la biblia hacia mí, y me hicieron repetir lo que a todos, hace unos minutos.

—¿Juras solemnemente decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad?.

—Lo juro.

Apartaron la biblia y vi como Matt se levantaba de su asiento, sabía que el imbecil me haría las preguntas.

—Hola, señor Russo.—dijo con una sonrisa idiota.

Lo ignoré y fije mi vista al frente, vi como buscaba unos papeles, y los colocaba cerca de mí.

—Las fotos que están ahí, es de cuando Jake fue llevado a la estación de policías.—informó Mattew.—En esas mismas fotos podemos observar que tenía varios raspones, y morados en sus piernas.

Observe las fotos y en ella se veía un Jake pequeño, con varios raspones unos ya cicatrizados y otros algo frescos.

—Cuéntanos sobre ese día, Russo.

—Fui al trabajo como todos los días, contraté una niñera la cual había ido anteriormente.

Comencé a relatar lo sucedido aquel día.

—En la tarde le informe vía textos, que le pagaría extra y si estaba en sus posibilidades quedarse con Jake más tiempo.

>>Ella estuvo de acuerdo, después de haberle prometido un poco más de dinero extra.

—Mensajes los cuales nunca fueron vistos, su señoría.—dijo Mattew.

—Disculpe su señoría, los mensajes fueron enviados y tengo una copia que los comprueba.—dijo mi abogada, mientras levantaba una carpeta.

Mattew la fulminó con la mirada, los otros abogados se veían bastante sorprendidos no pensaba que realmente nosotros tuviéramos en nuestras manos esos mensajes.

El juez le hizo un gesto a un oficial, el cual fue hacia mi abogada y le quitó la carpeta, y se las entregó al juez.

—Puede seguir con la historia, señor Russo.—escuché que decía el juez, mientras abría la carpeta y sacaba las copias de los mensajes.

—Nunca sospeche acerca de la niñera, realmente era bastante simpática y siempre se veía dispuesta ayudar a Jake, de hecho le enseñó a multiplicar.—dije, recordando al pequeño memorizando cada multiplicación.