Capítulo 19. (+18)

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Horas antes del accidente.

Logan.

Porque el mundo es tan jodidamente cruel que a cualquier lado al que mires hay una persona jodida por dentro.

Distanciado del mundo, ocultando su dolor entre risas y miradas cargadas de edulcorante.

No solo hablaba de mí, era muchos más, hombres, mujeres, adolescente.

No hay un límite.

Con un dolor gigante trato cada uno de mis días imaginar que esto terminará. Qué es un sueño y lo que vivo solo es producto de mi imaginación mientras estoy en un trance admirándola mientras ella sonríe.

Alba, estoy segura que piensas que el huracán de tu vida fui yo. Pero realmente fuiste tú, tú entraste en mí sin preguntar.

Solo viniste y arrasaste con todo a tu alrededor, pintaste esas paredes grises con ese rosa tan chillon que te encanta.

Aquella noche esa habitación había sido testigo de nuestro deseo, de ese amor en secreto que por tanto tiempo había callado.

Y es que no hacía falta levantarnos en la misma cama para saber que habíamos hecho el amor en otra dimensión toda la noche.

No hacia falta que nos juráramos el "por siempre" para saber que cada vez que la besaba, el tiempo era nuestro cómplice.

Comencé a sentirme mejor y pensé que eso me haría sentir mejor, pero, no sé siente bien.

Creo que encontré tanto confort en la tristeza que ahora sentir cualquier otro tipo de sentimiento, cualquier otra cosa que no sea tristeza me hace sentir fuera de lugar.

Es como si tuviera que ser necesario sentir tristeza como para ser considerado un alguien.

Esto era una mierda.

Me levanté en la madrugada sin poder dormir me dolía la cabeza, eso sin contar los moretones que tenía en el rostro por el idiota de ayer.

Ver bailar a Alba de esa manera me dejo caliente, y ese imbecil hizo que mi frustración por no poder quitarle el maldito vestido, estallara.

Necesita fumar, algo más fuerte que este maldito blunt.

Tenía tiempo sin consumir algo más fuerte, desde que Alba había entrado de lleno a mi vida no necesitaba esa mierda.

Joder, me había convertido en un maldito romántico empedernido.

¿Qué estás haciendo conmigo, bonita?

—Idiota.—escuché que alguien decía mientras se acercaba hacia mí.

Sabía que era ella.

¿Que hacía despierta a esta hora?

—Bonita.—le dije y voltee para verla.

Aun con esa pijama sin combinar, ese cabello desordenado por la cama.

Ella se veía hermosa, puedo jurar que aun con una bolsa de basura encima ella se vería hermosa.

Mi bonita.

—¿Está todo bien?—pregunto con un ápice de preocupación.

Siempre tan detallista.

—¿Por qué no abría de estarlo?—pregunte.

Alba está muriéndose del frío, lo pude notar porque estaba temblando y cada que la brisa movía su cabello está se erizaba.

Mocosa, podías esperarme en la cama.

El desastre que nos une. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora