Capítulo 1

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Diana

Tres días antes de empezar el instituto, en septiembre, Keila y mis amigas no paraban de insistir para que saliese a dar un paseo con ellas, llevaba todo el verano sin salir, después de que Justin, mi ex, me engañase con la capitana del equipo de animadoras, justo antes de terminar el curso, desde entonces casi no había salido de mi casa, y mis amigas venían a verme casi todos los días. Mis padres y mi hermano intentaron sacarme de casa y subirme el ánimo varias veces, pero no sirvió de nada, ese idiota me había destrozado.

Ese día por la noche había una fiesta para despedir el verano en una casa al lado de la playa, donde se solían celebrar las fiestas, pero no quería ir porque sabía que Justin iba a ir, y no me apetecía verlo con su nueva novia.

Mis amigas me habían prometido que si iba con ellas no irían a la fiesta a menos que yo quisiese, por lo que al final me convencieron. Me puse un vestido negro, ajustado, y, la verdad bastante corto, me maquille sutilmente, solo las pestañas, los labios y un poco de colorete.

Cuando estuve lista salí y cerré la puerta, no había tenido que convencer a mis padres porque estaban muy contentos de que hubiese decidido salir. Mis amigas me estaban esperando fuera, y, en cuanto salí todas se me tiraron encima, envolviéndome en un cálido abrazo.

- ¡Por fin hemos conseguido sacarte de esta casa! -exclamó Keila, mi mejor amiga

Todas se rieron, incluida yo, había echado mucho de menos salir con ellas, pero no había tenido fuerzas como para enfrentarme al mundo. Decidimos ir a un parque que estaba a unas cuatro manzanas de mi casa. Durante el camino mis amigas me contaron todo lo que habían hecho en verano, y la verdad me hubiese gustado estar con ellas. Me había pasado las horas encerrada en mi habitación llorando por un tío que no había sabido respetarme ni cuidarme, y eso hacía que me enfureciese. Yo sabía que me merecía algo mejor, pero no podía evitar echarle de menos.

Marta me habló haciendo que me saliese de mi burbuja y le prestase atención.

-Chicas estoy saliendo con Cole -Marta llevaba colada por él desde que entramos al instituto, y casi nunca se atrevía a hablarle, este verano habían pasado demasiadas cosas -llevamos tres semanas- todas nos quedamos boquiabiertas y empezamos a hacerle todo tipo de preguntas mientras llegábamos al parque.

Cuando llegamos nos sentamos en un banco. Estuvieron contándome todos los chismes del verano, desde que el capitán del equipo de futbol estaba saliendo con la más popular del instituto, hasta el día en el que en una fiesta en la playa hubo gente que se bañó de noche y casi no pudieron salir porque las corrientes les empezaron a arrastrar. Yo no pude evitar hacerles la pregunta que me llevaba haciendo en la cabeza dese hacía semanas.

- ¿Cómo está él? -sabía que no tenía que hacerles esa pregunta, pero tenía mucha curiosidad.

Mis amigas se miraron unas a otras, hasta que Karla habló.

-Siguen juntos –temía que esa fuese su respuesta, pero en el fondo lo supe desde el principio –aunque no creo que duren mucho, todos creemos que se han estado poniendo los cuernos mutuamente.

La verdad que no me extrañaba nada, viniendo de ellos dos era totalmente posible, en realidad agradecía haberme dado cuenta de quién era Justin realmente.

-No te preocupes, ha sido él el que ha perdido a una joya como tú –dijo Keila

Sabía que lo decía para animarme, pero la verdad que no estaba segura de que funcionase, aunque hoy no iba a malgastar mi tiempo pensando de nuevo en él, iba a disfrutar con ellas.

Fuimos a un quiosco que había en la esquina, ahí era donde siempre había comprado todas las chuches y bebidas, aunque este verano no había aparecido por ahí, porque si tengo que ser sincera he de decir que ese verano había dejado de comer cualquier tipo de comida basura, y había empezado a hacer deporte, simplemente para distraerme.

Compré una bolsa de chuches y un paquete de pipas.

Volvimos al banco y allí nos quedamos durante unos 20 minutos, mientras que hablábamos y reíamos de cosas sin sentido.

Keila me estaba contando todo lo que había hecho en verano, cuando apareció un grupo de chicos en el parque, mi mirada se dirigió a ellos de inmediato, y me quede embobada cuando mis ojos se encontraron con unos ojos color azul cristal, nunca había visto unos igual, era guapísimo, tenía el pelo rizado de un bonito color castaño claro, sin hablar de los músculos que se le notaban bajo la camisa.

Clara y Sami se levantaron y se dirigieron hacia ellos seguidas por las demás chicas de mi grupo, yo fui tras ellas, parándome frente al chico que segundos atrás me había dejado de piedra. Sami y clara empezaron a hablar con él, mientras le preguntaba a Keila que quién era. Me dijo que era un chico del instituto, y que estaba en nuestro curso, nunca le había visto, porque sabía que no le hubiese olvidado.

Con esa conexión empezó todo. Unos ojos azules y otros verdes fusionados en una sola mirada.

A pesar de todo nunca dejé de quererte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora