29. ¡Dispara!

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...

Sentí mis piernas temblar y como mi presión arterial bajó, aún a lo lejos podía ver la mirada furiosa de Donovan mientras su mandíbula se mantenía tensa. Joe también lo miraba parecía que no lo intimidaba o eso quería demostrar. Donovan me hizo una seña con sus dedos para que caminara hacía él y al instante lo hice.

No le demuestres poder Elvira -dijo Joe mientras me volteaba a ver-

No lo conoces -dije caminando-

Si lo hago, es por que lo digo

-Donovan se bajó del auto, con la misma mirada caminó hacía mi usaba ropa deportiva y el cabello amarrado. Sus hombres también bajaron; sus manos se mantenían en sus armas mientras que las de Donovan dentro de sus bolsillos-

Hola mi amor -dije abrazándolo-

¿Qué haces Elvira?

¿Qué hago?

Sabes de qué putas hablo no te hagas pendeja

Donovan -dije mientras lo veía- Mi amor...

Donovan, ¿cómo estás? -habló Joe-

¿Te acuerdas de Joe? Me... me lo encontré de camino a casa se preocupó porque ayer nos fuimos sin avisar

Hmm ¿en serio? -dijo viendo a Joe-

Si, me pareció extraño pero Elvira ya me contó

Lo siento Joe, no sabia que eras tú es sólo que ya sabes -se encogió de hombros- trato de cuidar a mi chica

Si, yo entiendo

Pero me parece bien que mi mujer tenga un amigo, sólo que no me parece bien que la esté abrazando así

Amor... -susurré-

Pero en fin, creo que entiendo que lo que pasamos no ha sido fácil para ella a veces necesita un abrazo ¿no?

Donovan... no quiero hablar de eso -dije abrazándolo pero él no abrió sus brazos-

Si, me contó lo de Karen...

Si, karen, nuestro bebé... Todo se ha juntado -suspiró- Pero dios tiene un propósito hermano por eso seguimos aquí

Debo irme, o Miriam comenzará a preocuparse

Saluda a Miriam por mi -sonrió Donovan- A ver que día salimos los cuatro

Estaría bien -dijo Joe sin mucha importancia-

Si, pongamosle fecha -dijo mientras me veía- ¿no amor? Un asado, unas birras. Es que en mi país así somos... muy amigueros -sonrió-

El próximo fin mi amor, sirve que podemos ver a Karen -dije interrumpiendo-

Joe no dejaba de ver a Donovan a los ojos, sabía que ambos estaban retándose no necesitabas tener tres dedos de frente para saberlo. La sonrisa de Don era una burlona pero los ojos de Joe asustaban a quien fuera.

Le diré a Diana que le envíe el teléfono a Miriam debes estar en el grupo de la escuela ¿no?

Si -dije viendo a Joe-

Bien, entonces nos vemos pronto -dijo Joe sonriendo-

Fue un placer Joe -sonrió Donovan-

~Joe caminó unos cuantos metros y se subió a su auto, Donovan me tomó fuertemente de la barbilla y me vio directo a los ojos~

Un trato con el diablo (Joseph Quinn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora