Un trato con el diablo (Joseph Quinn)

58. Bienvenido al infierno

...

Jueves, California
POV Joseph:

Discutí con mi madre, tanto que llegamos ambos a las lágrimas me dijo una historia mal contada sobre la vida de Elvira y trató de convencerme de lo mal que estaba por dejar a Miriam con un bebé. Tuve que decirle la verdad; que el bebé que Miriam esperaba no era mío; que Elvira si estaba comprometida pero no era porque lo quisiera si no más bien algo arreglado, omití las partes de lo que se dedicaba Donovan... No quería preocuparla más de lo que ya estaba, mi padre me ayudó a convencerla él siempre ha sido demasiado sensato a la hora de mis relaciones pues siempre me ha dicho que siempre hay que escuchar al corazón antes que a cualquier otro órgano. Me despedí de mis padres, conduje con cuidado pues era demasiado tarde para esperar un uber... Una camioneta con los vidrios oscuros me echó las luces un par de veces, me hice hacía el lado derecho para que pudiera acelerar, pero cuando estuvo justo a lado de mi sacó un arma y disparó...

Parecía no tener tanta experiencia, o tal vez tuve suerte con mis reflejos o quizás alguna deidad estaba de mi lado pues la bala atravesó el vidrio trasero. Aceleré de inmediato, haciendo que la camioneta fuera pronto tras de mi. Desbloquee mi celular, iba a escribirle a Elvira cuando otro auto se pretendía estampar contra mi... frené de golpe sin tener mas opción, hombres armados bajaron de los autos mientras me apuntaban 

¡Bájate! ¡Bájate! ¡Bájate! -gritaron-

Tranquilos -dije levantando las manos mientras bajaba del auto-

Se te acabó el teatrito pendejo, no hiciste caso a la primera advertencia -dijo golpeándome con un arma larga en la cabeza-

¡Ouch! Mierda, no sé de que hablan -dije tirado en el suelo-

Venimos de parte de los Montana ¿ya sabes de que hablamos?

Púdrete -dije escupiéndole- trabajo para ellos

Aquí está su teléfono, iba a escribirle a Elvira -dijo uno saliendo de mi auto-

Owww, que triste historia de amor

Está bien, está bien -dije susurrando- Moriré por ti Elvira, lo haré por ti -dije en mi mente-

Bienvenido al infierno -dijo poniendo el arma sobre mi cabeza-

...

-Sábado, Habana Cuba

Te ves preciosa -gritó Ashley-

Se ve bien -dije sonriendo-

No llores cariño, ¿está bien?

Si... no es nada -dije exhalando para evitar llorar-

Te ves muy linda Elvi -dijo mi madre-

¿Gracias? Eso si me hará llorar porque es la primera vez que me lo dices

Lo sé, lo siento -dijo sonriendo-

¡Elvi! ¡Pareces una princesa! -dijo Karen al verme-

Mi amorcito la princesa aquí eres tú -dije poniéndome a su altura-

No, eres tú -dijo sonriendo- Y Donovan es tu principe ¿verdad?

Si, lo es -dije sonriendo-

Bueno Elvira, creo que es hora... -dijo Ashley-

Caminé entre el jardín, todo estaba precioso; había más gente de la que pensé la mayoría conocidos de Donovan, algunos famosos cantantes, actrices e influencers. Donovan me vió, sus ojos azules se dilataron y su sonrisa era gigante. A pesar de no ser Joe quien me esperaba me permití sonreír... Respiré profundo, y caminé hacía él...

Queridos hermanos aquí presentes, nos hemos reunido hoy para unir a este hombre y a esta mujer en sagrado matrimonio... -dijo el padre-

Bellísima -susurró Donovan-

-sonreí- Todo se ve precioso

Es todo por ti cariño -dijo sonriendo-

Unas lágrimas cayeron de mis mejillas, fingí que eran de felicidad pero eran más bien por haber perdido, perder a la persona que me prometió una vida juntos, perdí mis ganas de amar, y básicamente perdí contra el diablo...

Donovan Montana recibe usted a esta mujer para ser su esposa, para vivir juntos en sagrado matrimonio, para amarla, honrarla, consolarla y cuidarla, en salud y en enfermedad, guardándole fidelidad, hasta que la muerte los separe

Si, acepto -dijo mientras me veía-

Elvira Montgomery... recibe usted a este hombre para ser su esposo, para vivir juntos en sagrado matrimonio, para amarlo, honrarlo, consolarlo y cuidarlo, en salud y en enfermedad, guardándole fidelidad, hasta que la muerte los separe

-un silencio me invadió, mi cabeza se quedó totalmente en blanco, Donovan me veía con atención- Si, acepto

Elvira, te coloco este anillo como señal de promesa de nuestro amor constante y fidelidad duradera... -dijo poniendo la sortija en mi dedo, repetí lo mismo mientras lo veía a los ojos-

En virtud de la autoridad que me conceden las leyes del Estado, los declaro marido y mujer, puede besar a la novia...

-Los invitados aplaudieron, algunos gritaron e hicieron mucho escándalo. Donovan me vio directo a los ojos, sonrió me tomó de la mandíbula y antes de besarme susurró sobre mis labios-

Bienvenida al infierno, mi amor...

...

Fin