Análisis

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Análisis

—Sensei— llamo Genos al hombre de traje amarillo y capa blanca que caminaba por delante de él. —su sistema nervioso muestra que se encuentra algo agitado, ¿necesita...? —

No pudo ni siquiera terminar cuando el mencionado se giró para verlo, con una expresión... enojada.

—Estoy bien, Genos— fue lo único que salió de sus labios, después continúo caminando para el ciborg no fue una respuesta suficiente algo ocurría le era más que fácil darse cuenta de que era así, ¿Por qué? Porque desde hace ya varios días se había dado cuenta de algo que le ocurría a su maestro.

Nauseas matutinas, mareos, cambios de humor y un cambio bastante radical en su alimentación. Su sensei no era de comer cosas picantes, no del todo, pero ahora no, ahora comía por el curry más picante de la tienda el cual era sin duda el más barato por ser "incomible" para muchos.

Su sensei no entraba ahí.

No insistió, al menos no en varios minutos de su caminata, si lo analizaba podía darse cuenta de que sus niveles cardiacos bajaban lentamente lo cual era algo que lo tranquilizaba bastante, aunque dejo de pensar en ello cuando para su sorpresa, fueron sorprendidos por un kaiji.

Uno bastante común.

—¡Soy Langost-man y me convertí en esto después de...! — aquel kaiji langosta no termino su presentación al menos no después de que un malhumorado Saitama le diera un merecido y simple puñetazo, mismo que provoco que varias partes de este cayeran por diferentes rincones del camino.

Genos no tardo en acercarse a su maestro, pensando en algo que sin duda pondría de buen humor a su sensei.

—Sensei, ¿Qué le parece algo de estofado de langosta? — sugirió el ciborg. —la langosta además de ser un lujo es también bastante...—

No pudo continuar con su explicación, al menos no luego de ver el rostro de su maestro, lucía... pálido. Todo color había abandonado su cara y ahora lucía completamente blanco y como si fuera a vomitar en cualquier momento.

Así lo hizo, pero no ahí, se alejó a toda prisa a un callejón donde vomito tanto su desayuno como su almuerzo, así como también algo blanquecino a lo que en verdad no le mostró verdadera atención ahora solo estaba concentrado en seguir vomitando, en busca de algún alivio.

¿Qué demonios le estaba pasando?

Era su tercera semana así y sin duda no iba a dejarlo de esa manera, iba a encontrar el porqué de su estado.

[...]

Usualmente su hora para despertar era alrededor de las 11 o si bien le iba, a las 10:30 ya estaba despierto, pero durante esas tres semanas se había vuelto más flojo mucho más que antes llegando a despertar a eso de las 2 de la tarde.

Ese era el caso de Saitama, pero no el de Genos.

Aun no amanecía eran casi las 5 de la mañana una hora adecuada para lo que estaba planeando hacer, se cercioro de que su maestro se encontrará completamente dormido una vez que estuvo seguro con cuidado introdujo una pequeña jeringa en el brazo izquierdo del héroe de clase B, extrajo algo de sangre la suficiente.

Guardo la muestra de sangre y con cuidado se levantó del futón cerciorándose de no despertar a su maestro, pero era lo bueno de lo que sea que le estaba pasando a su maestro, su sueño era terriblemente pesado.

"No se preocupe, sensei, encontraré lo que sea que le esté pasando"

Se dijo así mismo con seguridad salió del departamento, aunque claro no sin antes estar seguro del desayuno y la nota que había dejado sobre este, hecho esto salió sin más.

Más que héroes. [GenoSai]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora