Preocupaciones y cambios

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—Procura hacer el menor esfuerzo posible durante este mes, no bajes escaleras ni levantes cosas pesadas, el tercer mes es de los más complicados ya que puedes sufrir un aborto por lo que mantener el mayor reposo es sin duda lo primordial, ¿lo entiendes, Saitama?

Las indicaciones del Dr. Kuseno se repetían constantemente dentro de la cabeza de Saitama además de que estas habían sido suficientes para que Genos se tomara la increíble tarea de convertir el pequeño departamento donde vivían en una especie de fortaleza o guarida de alta protección, se había tomado la molestia de comprar una especie de futón especial que estaba dirigido hacia las mujeres embarazadas ya que contaban con un tipo de calentador integrado casi como un kotatsu.

El que para su gusto era demasiado costoso y... endemoniadamente cómodo.

Genos había decido comprarlo después de que Kuseno hablará sobre los problemas de espalda que presentaría a partir del quinto mes. Y el ciborg ni siquiera se detuvo a pensarlo, decidió comprarlo justo en el inicio del tercero para el maldito gusto del calvo todavía había tiempo para todo, pero ese condenado ciborg quería tener todo ya hecho aun cuando apenas faltaban 6 meses.

—Ahhh, tengo hambre— tenía entendido que Genos había salido a comprar algunas cosas al pequeño y un nuevo supermercado recientemente inaugurado hace apenas unas semanas, así como también tenía entendido que el ciborg se había ido apenas hace... cinco minutos. La incesante hambre que el héroe clase B sentía desde hace ya un tiempo era un verdadero martirio, comía por lo menos veces en el día por lo que entendía por qué su aumento de peso, aunque aún no entendía esos extraños antojos de comida picante que tenía 24/7.

Con algunas venas asomándose en su cabeza se levantó de aquel endemoniado y cómodo futón, fue directo a la cocina en donde busco en las alacenas de arriba y de abajo una de esas enormes bolsas de frituras con sabor a curry extra picante que había estado comiendo desde el inicio de su embarazado y que para su suerte eran las frituras con mayores ofertas, sin duda tenía suerte.

Busco en todas partes, encontrándose con... NADA.

—Nada...— murmuro apretando la manija de una de las puertas y haciendo nada de ella, ahora estaba en pedazos en el suelo. Fue a la entrada para colocarse los zapatos, pero la maldita urgencia de ir a orinar lo hizo ir primero al baño no percatándose de como la perilla de la puerta caía al suelo.

—Ese maldito robot, ciborg, lo que sea aún no llega... — murmuro enojado mientras se lavaba las manos y cerraba la llave del grifo no notando que lo había hecho con demasiada fuerza, aunque no la suficiente para romperla o algo, el hambre que sentía más el enojo de no tener nada comestible en el departamento sumándole el pequeño sentimiento de preocupación sobre donde podía estar Genos lo hacían sentir como si estuviera a punto de explotar. —más le vale no estar destruido en algún lado— dijo para así mismo saliendo del baño ignorando la ausencia de la perilla del baño.

Mientras se acomodaba los pantalones pudo escuchar ruido en la entrada, se trataba de Genos de eso no había duda ya que escucho el tintineo de las llaves y también la voz de este.

—Sensei— llamo el héroe clase S con calma, Saitama estaba lejos de estar calmado como el ciborg, con algunas venas mostrándose en su calva salió por completo del baño. —Sensei, había una oferta en las frituras de pollo y curry que tanto le gusta, decidí comprarle algunas—

Las venas de la cabeza de Saitama desaparecieron al igual que la expresión enojada en el rostro del héroe siendo reemplazadas ahora por una tranquila sonrisa, no pensó dos veces en tomar la bolsa de frituras que Genos le extendió.

—Gracias, Genos— agradeció el héroe clase B abriendo aquella bolsa de frituras probó una de estas degustando el agradable sabor picante, fue la mejor sensación de ese día sin duda alguna.

Más que héroes. [GenoSai]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora