Infieles, nueva caza ✔️

Parte 9- Nuevos romances

ANA

Ana es una chica tímida, sus notas eran normales y no destacaba en clase. Hasta hace muy poco le gustaba su amigo Daniel, pero dejó de gustarle. El era gay, lo tenía que entender.

A Ana no le gustaba mucho el deporte, pero igual se le daba bien. Ella conoció a un chico llamado Brais que no era muy guapo, ni tampoco listo pero era popular y hacía que sintiese un hormigueo en el estómago y en sus partes íntimas.

Ana estaba con su amiga Mónica y Daniel que no paraban de hablar de cosas de las cuales no se enteraba nada. Estaba mirando al suelo cuando escuchó a unos chicos hablando sobre que les faltaba uno en el equipo para jugar baloncesto.

Levantó la cabeza y al enterarse que uno de ellos era Brais, se ruborizó un poco. Brais al ver que Ana le miraba fijamente, se acercó a ella y entre vaciles con sus amigos la invitó a jugar.

A ella le dio vergüenza, pero no pudo rechazar la oferta. Aunque no le gustaban los deportes gastó toda su energía en ese partido. Ser placada y pasarse el balón con Brais, hizo que al final del juego, Ana se diese cuanta de lo mucho que le gustaba Brais y ahí nació su romance.

Ana se lo comentó a Mónica y ella se acordó de la súper orgía que hizo con él, pero por su bien no le dijo nada.

Ellos dos iban juntos en clase y an ella le encantaba observarlo y ver cómo hacía el payaso en clase. Brais era de lo típicos que las mujeres no le importaban, más bien porque nunca se fijaban en él y siempre iban a por sus amigos.

Ana le amó en secreto durante un tiempo, y el día del cumple de Brais, Ana en el patio fue a declararse, al verlo se sonrojó y por un momento pensó en no hacerlo.

Cogió el móvil para enviarle un mensaje diciendo que le esperaba en la puerta del baño femenino.

Cuando Brais apareció, Ana se puso súper nerviosa.

-Brais, llevó mucho tiempo queriendo decirte algo, y creo que es momento de decírtelo.- Brais se río porque no entendía nada.

-Me llevas gustando bastante tiempo, no quería decírtelo por miedo a que me rechazaras.- Ana estaba a punto de llorar, pero en ese momento Brais le acorraló en la pared.

-Ana, tú también me gustas mucho.- Le miró a los ojos para dejarle un beso largo y romántico.

Los dos amantes se querían, suspiraban el uno por el otro. Acompasadamente, era amor verdadero.

Brais impulsa la cadera de Ana. Ella queda posicionada perfecta para que la investida de Brais le taladre hasta el fondo.

La puerta del baño se abre, y entran a un cubículo. Los dos están muy cachondos. En el baño se escuchan suspiros. La noche de pasión ha empezado.

Brais se baja los pantalones y agarrando las piernas de Ana. Su fuerza puede con ella, mientras mueve su pelvis Ana gemía fuertemente y pasionalmente.

- Más duro- grita Ana

Brais se la mete más rápido y duro, hasta que los dos se corren.

El placer está en el aire, se puede oler las corridas de ambos.

[...]

Ana miraba discretamente a Brais mientras salían del baño, los dos sabían que iban a repetir