Capítulo extra (One Shoot) - En el ascensor

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Bejeweled- Taylor Swift

AVISO A LECTORES:

Queridos lectores:

Como me encanta seguir vuestras peticiones he decidido hacer un One Shoot de Dallas y Román; vuestra pareja favorita.

Esta escena no hace cambios en la trama.

Esta escena la podéis ubicar en el tiempo en que Román y Dallas salían.

Y ahora si, disfrutad de su pasión:


DALLAS

Dallas había quedado con Román en el Hotel Anaconda. Román no es un tipo de hombre que se pueda entender con facilidad, pero tenia una clase de sonrisa que podía hacer que la temperatura interior de Dallas se disparase. Este galán, muy joven estaba hecho para follar.

Dallas se podía imaginar como vendría vestido su empotrador; con un traje muy apretado de tres piezas, corbata y zapatos coordinados con buen gusto. Tal y como habían acordado horas atrás.

El hotel donde estaban alojados tenía al rededor de 60 pisos, Dallas estaba maravilloso con los lujos que Román le había proporcionado. Jamás en su vida como prostituto lo habían llevado a esa clase de lugares; extravagantes y muy costosos.

Dallas cogió el ascensor para ir a una de las plantas del hotel porque Román no le había especificado cuál. Así que nuestro Dallas muy confundido estando en la primera planta decidió subir a la cafetería en la tercera planta.

A ver si me puedo comer un buen hot dog, antes de comerme el de Román- pensó

La puerta se cerró y el ascensor empezó a subir.

El viaje duró poco, porque las puertas se abrieron dando un fuerte golpe. Dallas se quedó perplejo al ver ahí parado a Román. Vestido de satén con una mirada fuerte y muy masculina.

- Hola mi amor- dijo Román mientras entraba por la puerta y pulsaba uno de los botones de los pisos; Dallas estaba muy tenso para saber cual.

¿Porque aquello había sido tan sexy? ¿Y porque el no dice nada?

Su voz era profunda, ronca y firme. Sabía lo que hacía.

Antes de que Dallas pudiera decir una palabra, Román le empujó contra la pared. Roman calló la boca de Dallas cuando un largo beso se posó en sus carnosos labios, haciendo que Dallas se olvidara de todos sus problemas... (su enfermo abuelo, Daniel, la presión social, Nancy...)

Las manos de Román se deslizaron por su pantalón. Dallas ardió de calor cuando sus pantalones cayeron. Su sorpresa fue mayor cuando Roman incrementó el beso. Ahora era duro y salvaje.

La polla de Dallas se humedeció y palpitó mientras Roman la frotaba y agitaba. Los dos estaban muy picantones hoy.

De pronto Román paró el beso.

¿Porque...? Roman continua -pensó Dallas

Pero Román no continuó, se puso de cuclillas y de un solo golpe desgarró los calzoncillos de Dallas. Los jadeos y gemidos eran descomunales.

El ascensor estaba en el piso 42 cuando Román subió la mano y le dio al botón de emergencia y el ascensor se paró en picado.

-Así tendremos más tiempo- dijo Román mientras introducía la mojada verga de Dallas en su boca

La sonrisa traviesa de Román se incrementó: Dallas la tenía bien dura. Román acariciaba su entrepierna, sacando y metiendo la gordísima verga de Dallas. Que ahora estaba goteando.

Los gemidos de Dallas llegaron a más cuando posicionó su cuerpo contra el de Dallas. En medio segundo, Román se había levantado y se había colocado contra Dallas; dejándolo sin escapatoria.

- Hoy quiero ser yo quien te la meta- susurró Román

Su aliento era cálido y rudo. Tan profundo como el gemido que salió de la boca de Dallas cuando Román pasó la punta de su polla por su ano. La cabeza de su embotellada polla rozó el límite de Dallas que ahora gritaba como un descosido.

- Silencio, vaquero- dijo Román mientras le propina embestidas cada vez, más y más fuertes.

Dios era grande. Joder demasiado grande- pensó Dallas

Dallas se sintió mareado cuando su ano fue reventado y sacudido. La enorme polla de Román le estaba causando graves estragos. Su interior le dolía. Era profundo y ardía. Pero se sintió tan bien cuando lo enterró hasta la raiz, liberando su cálida leche.

La corrida estaba llegando a todos los lugares posibles dentro de Dallas, cuando una voz los sorprendió: ¿Hay alguien ahí? ¿Estáis bien?- argumentó una oficinista desde el telefonillo del ascensor.

El cansado Román hizo un gesto de silencio a su amante.

-¿Hola?... ¿Hola?- continuo la voz

Dallas quería hablar pero Román le cubrió la boca.

- Gordi, solo quedan 40 pisos para seguir, espera un rato- dijo Roman sabiendo que Dallas odiaba que le llamasen así

- Repito ¿Hay alguien ahí?- repitió la voz del altavoz

El ascensor tembló cuando no contestaron y una luz se encendió. Bajábamos.

La protesta de Dallas se convirtió en un grito cuando Román empezó a penetrarle en impulsos cortos y rápido. Haciendo que los gemidos de Dallas fueran más intensos. Román comía con la vista la espalda de Dallas. Estos chicos lo estaban disfrutando.

Salvaje y depredador. Román llamó gordi a Dallas otra vez mientras le golpeaba violentamente su pecadora polla en Dallas. Cada embestida era profunda y tan increíblemente buena. Dallas gritaba de dolor y llegaba al éxtasis con cada espasmo.

- Me encantas, y más me encanta tu culito- gruñó Román

Los besos llegaban al cuello de Dallas, mientras su amante le maltrataba el ano, golpe tras golpe como si quisiera follarle hasta la garganta.

Los músculos de Dallas empezaron a fallar. El se aferraba a los 20 pisos que aún quedaban y a una manilla donde se apoyaba. El casi no podía ni respirar.

-¡JODEER! ¡SIIII!- gritó Román mientras aumentaba de velocidad

Dallas flotaba. Fuegos artificiales salían de sus ojos mientras un orgasmo torrencial le consumía por dentro. Román culminó dos segundos después en Dallas, resoplando y gimiendo su nombre.

Dallas podía sentir el semen caliente y pegajoso en su culo satisfactorio.

Román se retiró y cerró la cremallera de su pantalón. La luz brillo estábamos en el piso 13, Dallas tenía que cambiarse.

Román le ayudó a arreglarse (aunque se vistió sin calzoncillos)

La puerta del ascensor se abrió y dos guardias de seguridad aparecieron:

-¿Chicos algún problema?- dijo uno de ellos

Román miraba a los guardias con recelo, Dallas decidió contestar:

- Ningún problema, señores.

Los guardias desaparecieron.

Dallas y Román se marcharon entre risas. Que salvaje acababa de ser eso!!!

-Tenemos que probar el jacuzzi!!!- dijo Román yendo hacia el spa de la planta baja

- Ahora seré yo quien te folle a ti- susurro Dallas

-Eso ya lo veremos- contestó Román

Y los dos amantes se marcharon.

Infieles, nueva caza

Listo para cazar?

Serás el depredador, o la presa?


.....

Espero que os gustase el One Shoot

Besossss

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