Máscara || KTH+JJK

»Capítulo 4

«Ocultando cada nube bajo una sonrisa».

     El muchacho de cabellos negros se sentó en frente de su portátil, la cámara de este se hallaba encendida, por lo que JungKook veía su propio rostro en él. Aún no comenzaba a grabar, se sentía nervioso, con ganas de vomitar. 

     Aunque lo estaba haciendo por su madre, en lo más profundo tenía la certeza de que era una gran estupidez. Obviamente no iba a pasar, casi nadie lograba ser llamado luego de una primera audición online. 

     ¿Qué esperaba de sí mismo? Pues nada.

     «Al menos me divertiré un poco», caviló mientras se alzaba de hombros. Tenía su esmoquin negro puesto, aquel que le regaló su madre cuando cumplió los dieciocho años, aún no sabe de dónde sacó el dinero, pero lo aprecia demasiado, tanto que solo lo usa para ocasiones muy especiales y claro que esta lo era, porque estaba haciendo algo por su mamá. Organizó mejor su cabello, compuso su corbata y soltó un suspiro antes de comenzar a grabarse. Sería algo sencillo, un vídeo cantando y otro tocando la batería, nada que se lleve muchos minutos, luego editarlo y mandarlo a la empresa.  

     Tenía mucho tiempo sin haber tocado su instrumento, entre el trabajo y su madre no le quedaba tanto tiempo para sí mismo, solo llegaba a dormir para después repetir la misma rutina una y otra vez, por lo que hacer esto era como un imprevisto en su monotonía y, por alguna extraña razón, le gustaba. No lo comprendía muy bien, mas por primera vez un cambio fuera de sus planificaciones le agradó. 

     Primero realizó una presentación corta que no se llevó más de dos minutos, luego empezó a cantar esa canción que llevaba últimamente en su cabeza: Paper Hearts. Tenía bastante claro que solamente era un fragmento, pero se sumergió tanto en la melodía que terminó cantando toda la canción, después editaría. 

     La batería había sido un regalo enviado por parte de su padre, al principio no le dio mucha importancia, nunca conoció a su progenitor así que le dio un poco igual el hecho de que le mandara un obsequio. «Como si eso arreglara el que se hubiese ido antes de que naciera», pensó en aquel tiempo, mas con el pasar de algunos meses prefirió dar por sentado a quien le dio la batería y comenzó a tocarla porque de verdad era genial, hasta que se volvió su segundo instrumento favorito.

     JungKook se convertía en un verdadero maniático cuando de tocar la batería se trataba, por lo que fue de esperarse de que luego de que terminase de grabar la parte instrumental, vinieran vecinos a quejarse del ruido. Pidió disculpas sin sentir arrepentimiento y se echó a reír en cuanto se fueron. 

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     —Y es todo un éxito —soltó con simpleza NamJoon, se cruzó de brazos en su asiento y por fin todo aquel estrés acumulado en forma de tensión en sus hombros, se esparció — Mira nada más, cien millones de vistas en veinticuatro horas. 

     —Además de que también les está yendo bien con lo de las audiciones —la gran sonrisa que tenía Ho Seok plasmada en su rostro parecía brillar, estaba demasiado feliz con los resultados, ni siquiera se le borró cuando se volteó a ver a los demás, seguían todos con sus expresiones serias. Sabía que todo esto era cuestión de paciencia.