»Capítulo 9

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«Cariño, tengo que decirte algo».

     ¿Cuántos meses han pasado desde entonces? ¿Debería sentirse mal porque ni siquiera se acuerda del tiempo transcurrido? ¿Debería sentirse aun peor porque el dolor no fue lo suficiente fuerte como para llorar desgarradamente? TaeHyung tenía tantas preguntas en su mente ahora mismo que dejó de prestar atención a la pantalla de su computadora. La inmersión fue victoriosa y de nuevo se dejó llevar. Creía que era un buzo la mayor parte del tiempo, porque sumergirse en sus cavilaciones a veces era más interesante.

     Casi sin darse cuenta se giró en su silla para tomar su teléfono...casi, porque volvió en sí al perder el equilibrio. Dejó entre sus pendientes mentales el dejar de actuar en automático.

     —Taehyungie... —como si el universo se estuviera burlando de él, la voz de su manager desde el otro lado de la línea lo espantó, maldijo internamente. Había hundido en su contacto inconscientemente.

     —¿Me creerías si te digo que te marqué sin darme cuenta? —decirlo en voz alta sonaba todavía más estúpido.

     La risa ronca de NamJoon por poco le eriza la piel de su nuca. No podía mentir, su cuerpo tenía memoria aunque sus sentimientos olvidaron la mayor parte de lo que para él era "corresponder" —. No te creo —y aunque para el mayor lo abstracto sí guardaba cada mínimo detalle en su memoria, el profesionalismo iba ante todo —. En fin, ¿necesitas algo?

     El rumbo de la conversación lo alivió, desde hacía tiempo su ex ya no lo paraba en alguna parte solitaria de la empresa para insistirle en que regresaran, TaeHyung suponía que el tiempo estaba haciendo lo suyo, pero en realidad, NamJoon solo estaba respetando su espacio. El tiempo para el manager sí estaba pasando y trataba de seguirlo lo más apresuradamente posible. Aún le gustaba y mucho, pero entendía que lo mejor por el momento era centrarse en su trabajo.

     —Para no hacer la llamada en vano, necesito un nuevo asiento, este perdió una rueda —soltó una risa —. A cada rato me voy de lado.

     —No soy el encargado de eso, pero haré lo posible. Adiós.

     El sonido de la llamada finalizada lo ensordeció. Entonces sí se sentía mal después de todo; hablar con NamJoon le dejaba un sentimiento de vacío y culpabilidad que había comenzado a incrementarse en los últimos meses y justo ahora se percataba de eso. Aunque no recordaba con certeza cuántos meses pasaron, la evocación de su mirada confusa cuando le terminó, era demasiado nítida. TaeHyung se había acostumbrado tanto a ser entendido por NamJoon, que al final, entre su confusión emocional al borde de un colapso, por su mente solo pasó que también sería comprendido.

     Él mismo se dio el beneficio de la duda.

     "—Tal vez podrías calmarte y darme una explicación más sincera luego.

     —No, no tengo cabeza para eso ahora..."

     TaeHyung volvió a agarrar su teléfono y esta vez estuvo más consciente al momento de llamar a su manager —. No me digas...volviste a marcarme por error.

     —¿Podemos encontrarnos en el estudio de Yoongi?

     —¿Pasa algo? Yoongi no está hoy, no citó a nadie —el tono de voz apresurado del menor lo desconcertó. De inmediato se puso de pie y sin darse cuenta ya estaba sosteniendo el pomo de la puerta.

     —Tengo que decirte algo.

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