21.- Matriarcado

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SANTANA POV

Era viernes por la mañana y esperábamos a los padres de Brittany por la noche, trabajar no era una opción. Era tarde para el desayuno, pero no me importaba, tenía cosas más importantes que hacer. Brittany había decidido que ya no quería más departamentos y que en cuanto la casa estuviera habitable y tuviera una cama, nos mudaríamos ahí. En realidad solo una cama necesitamos.

Mi chica solo tenía puesto un diminuto top y una más diminuta braga, yo vestía un bóxer y un top tan diminuto como el de ella. Me senté en una silla del comedor y Brittany montaba uno de mis muslos, movía mi pierna de arriba hacia abajo y mis manos se aferraban a sus glúteos haciéndola subir y bajar. Su sexo rosaba conmigo y sentía su humedad, su respiración se había vuelto pesada y con una mano se detenía en el respaldo de la silla y con la otra mano acariciaba superficialmente mi sexo. El vaivén de su cuerpo era suficiente para que yo me sintiera plena, sus jadeos me provocaban e incitaban para que yo me aferrara más fuerte a su trasero, haciendo más rápido el roce de su centro contra mi muslo. No era necesario quitar las pocas prendas que tenía, no era necesario quitar toda su ropa para hacerle el amor. Estaba cálida y su cuerpo respondía expeliendo sudor, era maravilloso ver los gestos que hacía.

 Estaba cálida y su cuerpo respondía expeliendo sudor, era maravilloso ver los gestos que hacía

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B: "Te amo... Ya no puedo, voy a terminar." Dijo y aceleré el movimiento de mi pierna y su cabalgata se hizo más rápida. De un momento a otro sentí su humedad esparciéndose más sobre la delgada tela de encaje y eso fue suficiente para que la acompañara con un orgasmo. No era posible que solo de verla llena de placer, automáticamente llegara a mí. Bueno, sí era posible, acababa de suceder.

Me abrazó y besó mis labios, y yo respondí con un beso lleno de pasión y caricias por su cuerpo. De pronto el sonido de llaves haciendo girar el seguro de la puerta, ruidos y murmullos, y después un: "¡Brittany! ¡Llegamos antes!"

Nos sacó del idilio que teníamos y corrió hasta el recibidor, donde se encontró de cara con sus padres. Susan la observo y dijo: "¡Por Dios niña! Has estado haciendo ejercicio así semidesnuda."

Britt no respondió nada, ahí estábamos en un lío... y un lío gordo. Salí del espacio del comedor, respiré profundamente, arreglé mi cabello un poco y dije: "Buenos días, señores Pierce."

Los ojos de la mamá de Brittany salieron de sus orbitas y Frank movió su cabeza en desaprobación, y algo que no me agradó en lo más mínimo fue que entró tras de ellos el lisiado. Tenía una gran sonrisa, que cuando me vio se convirtió en una mueca de terror.
Brittany aún no decía nada y me acerqué a ella, la tomé de la mano y esto hizo que reaccionara.

B: "Mamá, papá... los esperaba esta la noche."

La madre de Brittany me escrutaba de pies a cabeza, además era obvio lo que estábamos haciendo, porque B tenía el cabello desordenado y estaba muy agitada. Y que estuviéramos semidesnudas no ayudaba nada a que nos creyeran que estábamos desayunando.

ALGUIEN COMO TÚDonde viven las historias. Descúbrelo ahora