24.- Alguien como tú

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BRITTANY POV

El agua de la ducha refresca mi cuerpo y despabila mi cabeza, han sido días de mucha angustia, escucho voces por toda la casa, pero no son voces felices, todos hablan suave y despacio para no perturbar algo que ya no está presente. En la habitación y sobre la cama está extendido el traje negro que usaré, nunca me ha gustado el negro. En cambio a Santana sí, el armario está lleno de ropa de color gris y negra. Me siento en la cama y no puedo mandar a mis ojos, que dejan escapar dos lágrimas gruesas y pesadas que caen directo al suelo. Respiro pesadamente, tengo mi ropa negra y pongo un poco de maquillaje para cubrir que no he dormido en toda la noche. Me pongo gafas oscuras para que no logren ver mis hijos, que he llorado hasta que las lágrimas se acabaron por un rato.

No hace falta que me mires
no hace falta que lo digas
no hace falta que me expliques
cuando lloras o te ríes.
No hace falta decir
que me quiero morir a tu lado
te amo.

- FLASHBACK -

L: "Brittany, Santana está ahí dentro."

La vi angustiada.

L: "A pesar de los esfuerzos no reacciona."

Me tiré en los brazos de mi hermanita  y lloró junto conmigo. Las horas pasaban, la gente iba y venía. Eran las cuatro de la tarde, ya teníamos cuatro días de estar en el hospital, era poco lo que veía a San. Alex y Sam no podían entrar a la habitación, pero ese día el médico dejó que entraran a verla. Eso no me gustó nada, un mal presentimiento creció dentro de mí e hizo que mi corazón se volcara y quise gritar de miedo. Santana los tomó de la mano y los besó, los protegió con todo su amor y en ese momento el bip-bip de la máquina que estaba monitoreando sus latidos, se volvió constante: Biiiiiiiiiiiiiiiipppp.

Entré en pánico, doctores y enfermeras entraron y salieron, y nos sacaron de la habitación. Quinn y Rach me acompañaban cuando el doctor dijo: "Lo siento mucho, perdió la batalla. Su cuerpo no resistió la baja de hemoglobina, fue imposible de controlar y eso descompensó muchas funciones, su corazón se cansó y dejo de funcionar."

Me desplomé en la silla y lloré amargamente.

No hace falta que te quedes
no hace falta que te insista
no hace falta que te llore
si nos veremos arriba.
No hace falta decir
que me quiero morir a tu lado
te amo...

*****

Me siento en el alfeizar de la ventana de la habitación, escucho cómo los autos han encendidos sus motores y puesto en marcha, pero siento un vacío en mi corazón. Ya no tengo fuerzas, quisiera morir, pero tengo mi familia y no les puedo fallar. Alguien toca la puerta con temor y escucho la voz de Rachel.

R: "Nena... Britt, ya es hora de irnos, Quinny conducirá."

Me resigné. El automóvil ya estaba ocupado, Rachel subió atrás junto a Sam y yo al lado de Quinn que conducía la camioneta de Santana. Nadie conduce su camioneta y si yo lo llegué a hacer, fue porque le di una noche entera de pasión, de lo contrario no podría.

No hace falta que soñemos
que es mentira que no existe
la muerte cuando hay amor
esta misma historia continua
solo cambia el escenario
en la escena del amor.

Caminamos hasta la funeraria donde yacía el ataúd, una gran fotografía con una sonrisa hermosa para recordar cómo era cuando vivía. Tomé de la mano a Alex, mi linda niña de cinco años y Sam de dos, sujetaba fuertemente mi otra mano. Vi a los padres de Santana y a los míos, Lexie muy descompuesta por tanto llorar, sentí un apoyo en mi hombro y me giré. Mike me regalo una sonrisa de pésame y se la devolví, me senté al frente con mi familia y escuchamos a muchas personas decir lo maravillosa que era. Pero todos se quedaban cortos, nadie decía la verdad, nadie decía que ella era quién me ayudo a abrir las puertas de la felicidad. Nadie estaba diciendo que en cada nacimiento de mis hijos, ella lloró y me cuidó. Yo no pude articular palabras, solo dije que la amaba, que como Santana decía, ya no tenia cien estrellas... ahora tengo ciento un estrellas.

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⏰ Última actualización: Mar 20, 2023 ⏰

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