Traición a la sangre

Capitulo 2: Hogwarts aquí vamos!

Cuando Alya alcanza la edad para entrar a Hogwarts, Phineas planea una ceremonia para que sus más allegados colegas vean que su ''amada'' primogénita entrará no solo a la escuela si no que el mismo como director actual le colocará el sombrero seleccionador en su momento y este la colocará en la casa Slytherin.

En una esquina se veía a la pequeña Alya agarrando de la mano a su hermano Sirius, ambos bostezando de sueño, cansados de ver a los adultos dialogar de lo mismo, sobre el ascenso de Phineas a director, de sus planes como mismo y sobre todo de la importancia de la pureza de los que entran a Hogwarts.

Alya vestía un vestido negro largo de manga larga con encaje blanco en las mangas, la parte baja del vestido y el cuello, llevaba una coleta con un listón blanco, sus hermosos rizos bien definidos, el volumen y sedosidad de su cabello se podía ver, unas zapatillas negras y un aroma dulce del perfume que le regaló su padre. Y el pequeño Sirius vestía un traje negro y una boina negra, con unos zapatos a juego negro. Los Black son reconocidos por siempre estar bien vestidos.

Alya necesitaba salir un momento, aunque había algunos niños alrededor, ella no se sentía identificada con ellos, ya que todos eran igual que sus padres, prepotentes, solo hablaban de quién tenía más juguetes, más ropa o más elfos domésticos; --- ¿Te gustaría salir un pequeño momento al jardín conmigo Sirius?--- pregunta , Sirius que le costaba relacionarse con niños nuevos, no se alejaba de Alya por ningún momento, la mala experiencia que vivía cada que Marvolo asistía a su casa le impedía acercarse a los demás aunque moría por tener más amigos que no solo fuera su hermana; --- Si claro--- responde Sirius. A lo lejos Alya alcanza a percibir a un niño de su edad, con ojos blancos, cabello castaño rubio y de piel pálida adentrándose al laberinto agarrándose de las ramas como si no supiera donde estuviera.

--- ¡Alto es peligroso!--- grita Alya al chico, que parecía girar de donde percibió la voz, pero ya era muy tarde, el laberinto se cerró antes de que él pudiera reaccionar. --- ¡Sirius quédate aquí yo tratare de ver como entrar para sacarlo!---Sirius asustado exclama; --- ¡¿Estas loca?! --- Había una razón por la que sus padres siempre le prohibían Sirius entrar, ya que una vez Alya habia entrado en su niñez para esconderse de su tía y esta salió con una pierna fracturada y varias marcas moradas alrededor de sus piernas; --- ¡Ya no hay tiempo!--- Alya se aleja corriendo a buscar otra entrada, Sirius preocupado corre a buscar a sus padres.

La familia Black es conocida por hacer múltiples laberintos encantados cerca de los pueblos cercanos a las tierras de Hogwarts, laberintos que eran peligrosos para aquellos que no dominaran bien la magia, si ese era tu caso el peor de los escenarios es morir adentro.

Dentro del laberinto se encontraba Ominis Gaunt uno de los hijos del señor Gaunt, él es ciego de nacimiento, era la primera vez de Ominis en la casa de los Black y sus hermanos acostumbraban a dejarlo solo. Ominis al igual que Alya no pensaba igual que su familia, los Gaunt eran conocidos por torturar muggles solo por diversión, algo que al pequeño Gaunt no le agradaba.

Momentos antes de que Alya y Sirius vieran a Ominis adentrarse al laberinto, los hermanos de Ominis le jugaron una broma.

Marvolo que vestía un traje de lana café a cuadros, unos guantes y boina negras estaba celoso de que a Ominis le dieron un bastón a juego con su traje negro de satín. También porque Ominis era el único de la familia que era un tipo bien parecido, igual que su padre, su cara asimétrica y una nariz perfilada. ---No sé porque mis padres te trajeron si solo eres un estorbo--- Exclama Marvolo, empujando a Ominis que trataba de agarrar su gabardina de la banca.

--- ¡Créeme que ni yo mismo quería venir, por lo que he escuchado esta familia es igual de despreciable que ustedes!---Marvolo ofendido por lo que dijo su hermano menor saca su varita apuntándola al cuello de Ominis, mientras la mirada de Ominis estaba fija a un punto, no bajó la cabeza, él no le tenía miedo a ninguno de sus hermanos; el otro hermano se sorprende y le dice a Marvolo; --- Hermano sabes que está prohibido hacer magia fuera de la escuela--- Marvolo guarda su varita, toma el bastón de Ominis y lo avienta hacia el laberinto.