11

184 27 1
                                    

Los sentimientos en vida son temporales pero el amor es para siempre. Te amo, Jimin.

Sin pensarlo tanto, se lanzó a besar al mayor, no tenía inseguridades, estaba nuevamente con Su Yoongi.
Ese del cual se enamoró perdidamente cuando tenían apenas quince años.
Recordó tantas cosas y muchos sentimientos se encontraron.

Las lágrimas seguían bajando, ahora Yoongi lo tenía entre sus brazos, al sentir como Jimin se colocaba de puntitas decidió elevarlo y sentarlo en el escritorio detrás de él, acarició su rostro limpiando sus lágrimas de paso.

Jimin ahora lo tenía sostenido de su chaqueta para que no se alejara.
No quería perderlo de nuevo.

Lastimosamente por falta de aire ambos se alejaron, trataban de controlar sus respiraciones pero era casi imposible.

Los labios rojos de Jimin proclamaban por más, Yoongi lo entendio al momento en que lo abrazó por el cuello y cerró los ojos al tener su pecho en su rostro.

— Jimin...

— Shhh.... — pidió tratando de sentir su aroma un poco más.

— Jimin, yo...

— También te amo. — dijo Jimin antes de que Yoongi hablara. — Dios, nunca deje de hacerlo.

La sonrisa del mayor fue creciendo hasta dejar ver sus encías, se había puesto tímido de la nada y Jimin lo recordó.
Los dos jóvenes que eran ahora se reflejaban, frente a frente sin ninguna otra máscara.

— ¿Por qué tardaste en decirlo? — indagó Min un poco curioso. — ¿Por qué no me buscaste antes?

— Yo... no lo sé, tenía miedo.— tomo el rostro del palido y acaricio sus pómulos. — No quiero que nada arruine tu carrera, no podría permitirlo.

— Está bien, ahora está todo bien.— aseguro acariciando los muslos que ahora lo rodeaban. Conocía a la perfección el cuerpo de Jimin y eso no ponía incómodo al menor, de hecho sentía la calidez otra vez.

— Te extrañamos tanto.

— No lo harán más, de ahora en adelante podremos ser una... ¿Familia?— Jimin soltó una risa que hizo que sus ojos se cerraran.

— Es nuestro... Nido. — sugirió. — No creo que vayamos a ser una familia normal después de todo. — tomo los hombros de Yoongi y los masajeo un poco. Este se relajó un poco y suspiro tocando su sien.

— En eso tienes razón, tengo que dar varias conferencias después de hoy... Pero no voy a exponer a Jungkook. Es lo que menos quiero, solo daré declaraciones pero no lo mostraré al mundo.

—  Te lo agradezco.— miro por encima de sus hombros al pequeño, mantenía sus ojos cerrados en un profundo sueño. — El no debería vivir esto justo ahora, es un bebé.

Yoongi sonrió, un poco. Le costaba mostrar emociones, pero con Jimin todo era más fácil.
Le hacía sonreír, le hacía tener esperanza.

— ¿Podemos ir a cenar hoy?— cambio totalmente el tema. — Salgamos y hablemos con más calma.— asintió sin pensarlo, el menor mantenía una sonrisa pequeña.

Antes de poder decir algo más, la puerta fue tocada, ambos se arreglaron y acomodaron un poco para ir y abrir.

Namjoon y Seokjin aparecieron. — Chicos, hola. — saludo el más grande. — Creímos que con toda ésta tensión podríamos ayudar y trajimos a Taehyung.— cuando bajaron la mirada ambos padres lo tenían de la mano. El pequeño mantenía una sonrisa.

Elegancia, así se veía.

— Se parece mucho a ti, Seokjin. — hablo Yoongi para luego ponerse de rodillas y saludarlo. — Hola, pequeño.— sonrió cuando esté se inclino.
Jimin hizo lo mismo, ambos rieron al notar como el pequeño era tan peculiar.

Vestía elegante, olía elegante. Y solo tenía siete años.

...


— Gracias por traerlo, Jungkook no es muy bueno haciendo amigos. — Comentó Jimin sentado en la sala de juntas. Los habían llevado ahí para poder hablar con calma mientras los niños esperaban en el estudio de Yoongi.

— No hay de que, tenemos que aclarar algunas cosas. — dijo Namjoon. — Primero, la seguridad de Jungkook, Jin y yo tenemos experiencia por Tae así que los ayudaremos.

— También esperamos que permitan que los niños se sigan viendo. — agrego Seokjin.

— Me agrada la idea, ahora con la prensa debemos hacer lo que Bang PD dijo. — contesto Yoongi. Jimin se sentía un poco perdido debido a la confidencialidad que mantenían en las reuniones, no era nada malo, de hecho respetaba eso pero le gustaría estar más enterado.

— ¿Qué cosa?— indagó entonces, estaba un poco ansioso.

— Confirmar todo, decirle al mundo que eres mi pareja.



Algo dentro de él se sintió, extraño.
El miedo invadió su cuerpo y cayó en cuenta de lo que estaba pasando.


¡Papá! - ʏᴏᴏɴᴍɪɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora