Lo que se supone... (Parte 1)
Están tocando la puerta, y Camila sabe perfectamente que es Austin. Y está emocionada, o así es como quiere estar, a toda costa. Sonríe falsamente y se arregla, fingiendo que realmente le importa verse bonita para él. Incluso se pone el brillo labial preferido de su novio, el que le ha dicho tantas veces que la hace querer besarla más y más.
Porque ella quiere creer que desea besarlo. Debe querer besarlo. Porque ella es una chica, él es un chico, son novios, y eso es lo que hacen los novios ¿No?
Claro, ella debe pensar en los ojos azules de Austin, debe querer perderse en ellos. No debe estar pensando en los dos preciosos ojos esmeraldas de alguien más, mucho menos en los de una mujer...
Escucha como vuelven a tocar la puerta, más insistentemente ésta vez y se da cuenta de que se ha quedado sumida en sus pensamientos durante demasiado tiempo. Entonces, impulsada por el deber más que por el querer, baja corriendo a abrirle la puerta al chico que tanto "desea".
Porque claro, ella lo desea. Porque ella debe desearlo.
Apenas abre la puerta, lo ve allí, con sus jeans oscuros y su remera negra, una gorra de béisbol en la cabeza. Y ella piensa en que es tan igual a los demás, no tiene nada especial, incluso tiene los mismos pasatiempos que su grupo de amigos, usa las mismas palabras, camina de la misma forma y no parece tener deseos u objetivos propios. Solo está allí, a la moda, siguiendo a la multitud.
Y no puede evitar pensar en cuán aburrido y triste eso es. Ella no quiere estar con alguien sin deseos de superación, con alguien que no piensa, ni imagina, ni se desafía.
Pero lo abraza, lo besa y sonríe, incluso lo llama cariño. Porque eso es lo que debe hacer, eso es lo que se supone que deben hacer las chicas con los chicos ¿No?
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History Teacher |Camren|
Fiksi PenggemarDonde Lauren, la profesora de 28 años, se enamora de su alumna de 17, Camila, y comienza a acosarla. “-Camila, yo te amo –Los ojos de Lauren están llorosos y poseen una especie de brillo psicópata mientras se acerca a la menor. -¡Por dios, eres 11 a...