Mis Audífonos

♫Capítulo 5❦

Ambos nos escapamos por la ventana y cuando el padre de Lukas entró con sus hombres encontró el cuarto vacío, después que miró por la ventana nos vió.

—¡Nos están siguiendo!

Corríamos lo más rápido posible y nos quedamos atrapados en un callejón.

—¿Qué hacemos?

—¿Traes los audífonos?

—Siempre —saqué los audífonos de mi bolso.

—Pontelos.

—¿Quieres que viaje a la otra dimensión ahora?

—Viajaremos, investigué en el poco tiempo que estuve en el hospital antes de que me dieran el alta y se puede usar los mismos audífonos para dos pero tienes que darme la mano para que funcione.

—¿Quieres quedar en coma aquí ahora?

—No, esta vez no iremos a esa dimensión que ya conoces iremos a otra dimensión que puede ser capaz de transportarnos hasta un lugar seguro estando aquí y entonces quedar en coma.

—Osea que podemos salir de este callejón y quedar en un lugar seguro por arte de magia. Eso no es posible.

—Seguro que tampoco creías que todo lo que ha pasado sería posible, simplemente ponte los audífonos.

Hize lo que el dijo y para mí sorpresa llegamos a ese lugar muy rápido sin tener que esperar dos horas.

Cuando llegamos todo estaba en blanco pero después apareció toda la ciudad. ¡Nuestra ciudad!

—Estamos en nuestra dimensión.

—No —negó Lukas mirando atentamente— estamos en un simulador de la vida real.

—¡Estamos dentro de un videojuego! —alzé la voz emocionada.

—No grites se más discreta tenemos que pasar desapercibidos.

—¡Elizabeth!

—Esa voz es de....

Me voltee para confirmar lo que estaba pensando y sí, era Axel.

—Descubrí que estabas viajando a otras dimensiones, a través de una bruja que me dijo donde estabas.

—¡Y esa bruja no te dijo que yo me llamo Zara!

—Al hacerle esa pregunta no me supo contestar pero estoy seguro de que eres Elizabeth no pueden existir dos iguales.

—Si ya terminaron la charla podemos irnos —dijo Lukas con mala cara.

—De nuevo con este chico que no se te olvide que eres mi esposa.

Axel me tomó del brazo y me abrazó acercándome a él.

—Oye qué te pasa, yo no tengo esposo estás loco todavía no tengo ni 20 años.

—¡Ella se llama Zara y se va conmigo ahora!

Lukas me tomó del brazo llevándome a su lado

—Oigan estamos llamando mucho la atención —susurré viendo la gente al rededor.

—Esta bien vamos entonces —afirmó Axel.

Los tres fuimos a un lugar más tranquilo a conversar.

—Conseguí esto —mostró dos manzanas.

—¿Solo dos? —le dije a Axel

—Es que nada más me dieron dos —me dió una manzana.