♫Capítulo 9❦

20 14 32
                                    

Axel ya había aceptado mi propuesta, pero antes de viajar a la otra dimensión me preguntó que había pasado con Lukas. Yo me quedé en silencio, después me tomó de la mano y dijo unas palabras que me causaron sensación de seguridad dejando atrás la presión de responder su pregunta.

-Si es muy difícil para ti no lo digas.

Viajamos a la otra dimensión esta vez parecía que estábamos en un sueño todo era de dulces y colorido.

-Esto es bastante lindo.

-No lo es.

-¿Por qué lo dices?

-He oído hablar a las brujas de esta dimensión estamos en la dimensión de los sueños. En este caso estamos en el sueño de una niña. Pero esto puede cambiar en cualquier momento a una pesadilla.

-Comprendo. En ese caso será mejor que busquemos rápido.

Cómo era de esperar no fue nada fácil y no encontrábamos al demonio y ninguna de las princesas que allí vivían sabían de él.

-Deberíamos ir a otra dimensión.

-No, aún no, quedemonos aquí dos días para seguir buscando. Mañana viajamos al norte.

Nos quedamos dormidos en una nube de color rosa y despertamos en una roca.

-Que incómodo -me quejé- estamos en una playa.

-Alguien está soñando con una playa.

-Parece que si. Oye allí hay personas como nosotros.

-No, no son personas son espíritus, escondete.

Nos escondimos detrás de las rocas.

-La persona soñadora está soñando con alguien que ya ha muerto. Si esos espíritus se enteran que estamos aquí podrían confundirnos con demonios malignos y matarnos para proteger a sus seres queridos.

-Entonces vámonos ahora que no están mirando.

Tratamos de irnos sin hacer ruido pero yo me tropecé con una roca gigante por mirar hacia atrás. Caí a la arena y los espíritus nos miraron.

-¡Vamos rápido!

Axel me ayudó a levantarme pero yo no podía caminar. Me había dado un golpe fuerte en el pie.

-No puede ser -expresé enojada.

-No te preocupe trataré de hablar con los espíritus.

Yo me quedé tirada en el suelo como una inútil mientras el hablaba con los espíritus.

-Acaso están molestando a mi madre -dijo una niña vestida de blanco.

-No es así, somos humanos igual que ella solo que venimos de otra dimensión.

-¡Matalos! -gritó una voz detrás de la niña.

-¿Quién es él?

-Es mi amigo.

La niña sonrió y se transformó en un demonio. Los demás espíritus desaparecieron de allí llenos de temor.

-Mierda.

-El espíritu de esa niña fue poseído por un demonio -afirmé sorprendida.

-Dime algo maldito tú eres el demonio que mató a mi esposa.

-Asi es y no sabes el gusto que me dió.

El cielo se torno de color negro y enseguida entendimos que esto era una pesadilla. El agua clara de la playa fue reemplazada por sangre acompañada con tiburones.

Mis AudífonosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora