♫Capítulo 6❦

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Mi corazón latía a mil cuando nos encontramos en esta situación.

Corriendo por nuestras vidas mientras nos seguían casi toda la población de esta dimensión al correrse la voz de que éramos un virus.

—¡Nunca pensé que sería perseguida por una ciudad entera!

—Miren escondamonos allí —dijo Lukas señalando un lugar.

Nos escondimos detrás de un bote grande de basura pero fuimos encontrados por un señor que parecía vivir allí.

—¡Mirenlos aquí!

—Señor por favor no diga nada —supliqué.

—¡Están aquí en mi territorio miren! —le gritó a las personas.

Casi todo el pueblo nos rodeo de tal forma que no podíamos salir.

—Oigan nosotros no somos malas personas ya dejen de molestar —expresó Axel.

—Es verdad, les prometo que no queremos hacerles daño —confirmé.

En ese momento grandes cantidades de militares con armas y elicopteros se acercaron a nosotros.

Aún no podía creer que traían todo eso solo para capturar a tres personas. No tuvimos más remedio que ir con ellos y a los tres nos encerraron en seldas separadas e iban a experimentar con nosotros.

—¡Saquennos de aquí! —me quejé.

—No tiene caso que grites no nos van a liberar está claro que hay que pensar en algo más —dijo Axel.

—No sé cómo puedes estar tan tranquilo —empezé a llorar.

—¿Estás bien? —dijo Lukas preocupado.

—¿Acaso no vez? Claro que no estoy bien, hace unas semanas tenía un vida normal y tranquila y repentinamente me ocurren estas cosas. Mi vida todo el tiempo está en peligro no se que debo hacer, pienso que es demasiado para una simple estudiante como yo, pero a la vez me odio por tenerme lástima a mí misma.

—Zara...

Limpie mis lágrimas y trate de no volver a llorar, no quiero mostrarme tan débil, levanté la mirada y miré a Axel quien se encontraba sentado de espaldas en silencio.

Unos hombres entraron repentinamente a la selda de Lukas y se lo llevaron.

—¡Qué le van a hacer!

Grité para que no se lo llevaran pero eso a ellos no les importó.

Caí sentada en el piso de la selda mientras lloraba de rabia de no poder hacer nada.

En ese momento que me encontraba tan sentimental yo no sabía que mis ojos cafés  se estaban poniendo azules y la pupila en forma cuadrada. Después de eso me desmayé.

—¿Oye estás bien?

—¿Cuánto tiempo me desmayé?

—Solo unos pocos minutos.

Me levanté y aún tenía los ojos azules

—¿Qué le pasa a tus ojos y esa ropa? —dijo Axel mirando la ropa que traía puesta que parecía sacada de un videojuego.

No pude responder porque sentí como me quedaba muda y después no lo pude oír hablar, solamente caminé como poseída a los barrotes de la selda y salí de ella abriéndome paso con las manos y después saqué a Axel de su selda.

El me sacudía una y otra vez para que yo reaccionara y veía sus labios moverse por eso sabía que estaba hablando pero yo no lo escuchaba. Mi mente pensaba pero mi cuerpo hacia otra cosa. Me dirigí a el lugar donde estaba Lukas y cuando el estába luchando con los enfermeros y militares armados me lo encontré todo herido en el suelo entonces era mi momento de hacer algo.

—No puede ser esa chica se transformó en un jugador vip del juego.

—Cómo carajos hizo eso ni siquiera los más ricos han podido.

Yo solo me límite a sonreír y sacar un cuchillo que tenía en el zapato derecho

Esquivé las balas de los militares con una velocidad de la que yo misma me asombré. En cuestión de segundos maté a todos los médicos y en dos minutos a todos los militares que había allí. Había más de ellos afuera y aunque mi mente decía "detente" mi cuerpo quería seguir.

—Zara —dijo Lukas muy herido— para ya vámonos.

—¿Y si no quiero?

Me fui acercando a él con intensión de matarlo no se porque no podía controlar mi cuerpo y algunos de mis pensamientos.

—Corran

—¿Qué pasa si no quiero? —Axel se puso en frente de mí.

—No —intenté detener mi brazo con el cuchillo que se dirigía a su garganta.

—Tienes que controlar tus poderes.

—No... puedo —dije con dificultad.

—Claro que puedes Zara.

Yo estaba muy asombrada y el aprovechó para quitarme el cuchillo.

—¿Dijiste por primera vez mi nombre?

Mi ojos se volvieron a poner cafés y el traje que tenía se reemplazo por la ropa normal que había comprado en la tienda.

—Asi es, prometo no volver a confundirte con Elizabeth después de todo no se parecen en nada en la personalidad. Buscaré a mi Elizabeth cuando regrese a mi época.

—¿Cómo te diste cuenta por fin?

—Tengo la habilidad de ver los recuerdos y los pensamientos a través de mirar fijamente a tus ojos o las lágrimas. Ya lo había hecho mirándote a los ojos pero hoy cuando lloraste pude ver por fin lo que sentías y me di cuenta de que no eras Elizabeth.

—Mucha charla pero yo me quiero ir —expresó Lukas.

—¿Ya estás mejor? —pregunté.

—Si, por suerte la única bala que me dió solo me rozó.

—Aún así estás muy golpeado necesitamos ver un doctor.

—Mejor que se cure aquí que hay medicinas y vendas por ser un laboratorio.

Lukas se estuvo curando mientras que yo esperaba la hora en que los audífonos se podrían usar otra vez mientras pensaba en que tal vez no volvería a ver a Axel.

—Listo ya es hora, se pueden usar. Axel se va para su época y nosotros para la de nosotros.

—Eso no es así, solo se puede ir a una dimensión a la vez y nosotros iremos a la de nosotros así que Axel tiene que seguirnos por ahora.

—No estoy de acuerdo, el tiene que irse a buscar a Elizabeth.

—¿No qué Elizabeth eras tú? O eso creía él.

Mientras hablábamos los audífonos se conectaron solos y nos llevaron a los tres a un túnel del tiempo.

—Qué pasó yo no había tocado nada aún.

—No es tu culpa simplemente creo que tiene algo que ver con tus nuevos poderes, una vez que tienes algo que no es de tu dimensión jamás podrás salir de las dimensiones donde existe la magia, tenemos que renunciar a los poderes o sino nos quedaremos en las dimensiones mágicas para siempre —explicó Lukas.

—¿Cómo que tenemos? —pregunté

—Zara lo siento, creo que no he sido del todo sincero contigo.

Continuará

Continuará

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