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—¿¡Entonces!? — Lisa sonrió al escuchar el chillido entusiasmado de Ji-won.

—Ella dijo que se haría responsable — sonrió, recordando las palabras de Kim y haciendo que un sonrojo se apoderara de sus mejillas.

—¡Sí, sabía que mi hija no era tan cabeza de chorlito! — sonrió. —Por cierto, ¿En dónde está, eh? Desde que llegué no ha venido a ver si no he creado un plan para secuestrarte y llevarte conmigo — miró a todos lados, sin encontrar rastro de Kim.

—Pues, salió temprano a la oficina, para cerrar un contrato con inversionista — alzó levemente los hombros.

—Ya veo, por cierto — Ji-won se acercó con misterio a Lisa y ella espero atenta a las palabras de Ji-won. —¿Aún no has ido por el vestido de bodas?

—Uhm, no, no he tenido tiempo de ver eso, más que nada por el tema de mi embarazo — sonrió tímida y pego un pequeño brinco del susto, ya que Ji-won había vuelto a chillar de emoción.

—¡Tenemos que ir a ver vestidos a todas las Boutiques! — ni siquiera espero respuesta alguna de Lisa, tomo su bolso y la muñeca de la castaña, sorprendiendola. —¡Vamos, vamos, vamos!

Lisa simplemente rió por lo bajo y le siguió la corriente a Ji-won; quién se había convertido en una madre postiza para ella.

[ ♣️ ]

—Es un gusto volver a verte por estos rumbos, mi querida Kim — el hombre palmeo amistosamente su hombro, sacándole una sonrisa a Kim.

—Tenía que regresar, hacer las cosas detrás de una computadora siempre no es lo mío y menos cuando se trata de mi empresa, pensé que ya lo sabías — señala el sofá frente suyo. —Pero por favor, toma asiento, Marco.

El hombre sonríe y camina hasta posarse frente a Kim y tomar asiento dónde se le fue indicado.

—¿Cómo vas con tu divorcio con Cheerin? — pregunta, sonando un poco divertida. Marco chasqueo la lengua y bufó.

—Ni me recuerdes a esa loca, mira que tener el descaro de casarse y pedirme pensión alimenticia para Taehyung, ¡Ja! Incluso Taehyung se rió hasta que le dolió la panza, definitivamente es un caso — negó con la cabeza repetidas veces y bufó al ver la diversión en la cara de Jennie. —¿Y tú? ¿Por qué tan feliz o qué? Siempre que vengo a visitarte, no tienes este humor — Marco se cruzó de brazos y ladeó un poco la cabeza.

—Pues... — con una sonrisa de lado, abrió su saco y del costado izquierdo interno, saco una tarjeta envuelta en un plástico transparente, y se la dió a Marco, quién no dudo en inclinarse un poco y tomarla. —Me voy a casar.

—Vaya... — Marco admiro un poco la tarjeta, la cual sólo traía el tema de la boda de Kim, mientras que informaba la hora, el día y el lugar. —Jamás pensé que ibas a invitarme en tu próxima boda, digo, después de haber golpeado a Kai en tu anterior boda — Jennie sonrió y asintió.

—Amigo, esa fue una increíble derecha — Marco sonrió.

—Yah, trátame con respeto, soy casi veinte años mayor que tú, mocosa — chasqueo la lengua al ver a jennie reír.

—Está bien, Oppa.

—Eres imposible — bufó y rápidamente recordó algo importante, que quería compartir con ella. —Por cierto, ¿Recuerdas lo que te dije la vez pasada? — Jennie frunció el entrecejo, haciendo memoria y al recordar, asintió.

—Sobre la primera novia que tuviste, ¿Cierto? — Marco asintió rápidamente. —¿Qué sucede con eso?

—Yo... creí que el bebé que íbamos a tener en aquel entonces estaba muerto, ya que después de negar la responsabilidad, y casarme con Cheerin, no supe más de Chitthip y bueno, hace unos meses mandé a investigar dónde estaba sepultada ella y mi bebé, pero... — las palabras se atascaron en su garganta, haciendo que Jennie prestará aún más atención a sus palabras.

—Tranquilo — ánima, Kim sabía que ese tema era delicado para él, pues el primer amor murió y no pudo estar a su lado.

—El investigador me dijo que Chitthip estaba sepultada en el panteón de aquí, de Seoul, pero mi bebé...ella está viva — sonrió, dejando qué sus ojos se llenaran de lágrimas.

—Por eso haz venido, ¿Cierto? — Marco apretó los labios y asintió con efusividad.

—Incluso ya sé su nombre y el detective que contraté, pudo darme una foto suya...ella es, preciosa. Es una gran mujer — sonrió.

—Debe de ser así...¿Puedo ver la foto? — pidió y Marco sonrió divertido.

—Yah, no te vayas a enamorar de mi hija, no quiero que canceles tu boda para ir detrás de mi pequeña, de ser así, te voy a romper una pierna — Jennie rió y negó con la cabeza.

—No, claro que no. Muéstrame — estiró su mano, pidiendo la foto. Marco sonrió y abrió su saco, sacando la foto de su hija y sin más, se la dió a Jennie.

Kim la recibió y le sonrió, para después, pasar su mirada a la foto.

Inmediatamente se sentó recta, su sonrisa se fue borrando y abrió los ojos sorprendida.

—Ah, ya te enamoraste, ¿Cierto? Lo sé, es igual de hermosa que su madre — suspiró.

—¿C-Cómo dices que se l-llama? — Marco frunció un poco su entrecejo.

—Lalisa Manoban — respondió como si nada. —¿Por qué?

—Y-Yo...por favor, revisa dentro de la invitación — Marco confundido, frunció aún más el entrecejo y tomo la invitación nuevamente en sus manos.

—¿Por qué quieres qué-

—Sólo revísala.

Marco confundido abrió la invitación y la desdobló, leyendo los nombres de los novios. Queda cordialmente invitado a la boda de Kim Jennie y Lalisa Manoban...

Marco abrió con sorpresa sus ojos y no dudo ni un segundo en levantar la cabeza y mirar sorprendido a jennie, quién tenía los labios apretados, aguantando una carcajada que quería salir de estos.

—¡Kim Jennie, te voy a romper las piernas!

—¿Qué? ¡No, no, no, espera Marco!

»365 días de sadomasoquismo  [ Jenlisa ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora