Ju€go de b@j@ dim€nsión (2)

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Capítulo 253: Apocalipsis (II)

La cosecha de mercenarios de la provincia central escoltó a la Cámara de Comercio de Red Caltrop todo el camino a través de la Cordillera Bull hasta la Iglesia de la Luz. En el camino, además de un puñado de ladrones y gamberros, la tripulación de Lynn no encontró ningún peligro. Aunque Lynn era joven, era un Caballero Sagrado, por lo que después de revelar su identidad y poder a los transeúntes, nadie se atrevía a tocarlos.

Alquilaron un bote y cruzaron el río Nami, luego viajaron hasta el Reino de Mara, donde Lynn's Stormy Mercenary y la Cámara de Comercio de Red Caltrop estaban estacionados en una ciudad remota. Era un pueblo típicamente agrícola, lo que significaba que era muy tranquilo.

En el pueblo había un molino de agua que pertenecía a la iglesia. Los agricultores podían usarlo siempre que pagaran una tarifa nominal. Las calles del pueblo eran muy suaves, aunque parecían haber sido construidas hace muchos años.

Debido a que la ciudad estaba cerca del río Nami, el suelo aquí era fértil. También había abundantes tierras forestales cercanas. Entre la caza en el bosque y la siembra en el rico suelo, era suficiente para que la gente del pueblo se mantuviera.

Además, la ciudad estaba bajo el gobierno de la familia real Monar, cuyas tasas impositivas eran mucho más bajas que las de las otras familias aristocráticas. Entonces, la vida de la gente del pueblo era buena.

"¿Crees que la gente del pueblo aquí es un poco extraña?" Luego de un recorrido por el pueblo, Lynn regresó a la casa donde se hospedaba.

La Cámara de Comercio de Red Caltrop era un pequeño grupo empresarial que tenía solo unas veinte personas. Además del equipo de mercenarios de Lynn, había unas treinta personas, todas ellas hacinadas en dos casas adyacentes.

Douri pensó por un momento. "¿Extraño? No precisamente. Sin embargo, estaban muy entusiasmados, especialmente las mujeres atractivas. ¡Deben haberse enamorado de mí!

Lynn frunció el ceño y dijo: “Todos aquí tienen la misma sonrisa. Hablando en serio, cuando entramos en el pueblo, esos tipos nos miraron de forma extraña. Quiero decir, somos semiorcos, mientras que ellos son humanos. Ya sabes, esta no es la provincia central, sino el Reino de Mara. ¡Aquí, somos diferentes de los humanos!”

“¡Bueno, tal vez la gente aquí es más abierta de mente!” Douri pensó que Lynn estaba siendo demasiado cautelosa.

"¡Aún así, sigo pensando que deberíamos tener más cuidado por la noche!" advirtió Lynn.

Esa noche, la niebla se deslizó lentamente desde las afueras del pueblo, engullendo gradualmente a todo el pueblo. Cuando la niebla se acercó lentamente a las casas donde estaban estacionados Lynn y los demás, la niebla se tragó a varios vigilantes nocturnos que hacían guardia afuera. Inmediatamente desaparecieron en medio de un extraño sonido de masticación.

Lynn, que ya había estado alerta, se alarmó por la llamada del vigilante nocturno afuera, por lo que salió corriendo para alertar a todas las personas. Solo entonces se dio cuenta de que todo el pueblo había sido cubierto por esta extraña niebla.

Sin embargo, esta niebla era aversiva al fuego y al calor, por lo que no se atrevía a acercarse a la casa. Al darse cuenta de esto, Lynn y los demás encendieron antorchas por toda la casa, lo que provocó que la niebla se dispersara por completo. Luego, cada uno agarró una antorcha y salió corriendo, ¡solo para descubrir que innumerables monstruos los estaban esperando afuera!

Estos eran el tipo de monstruos que tenían formas humanas, pero no tenían rostros. Constantemente emitían aire frío y su piel era como una capa de escarcha. Esto los hizo extrañamente parecerse a cadáveres ambulantes.