Ju€go de b@j@ dim€nsión (2)

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Capítulo 283: Enciende el fuego divino

Fue un tiempo ocupado en la Ciudad de Baber. Ni siquiera era verano todavía, pero ya se sentía como si la ciudad hubiera dado paso a una estación completamente nueva. Todos dentro de la ciudad parecían estar atrapados en medio del éxtasis.

"El controlador del inframundo, el líder supremo del reino de las muertes, el administrador de las muertes y las almas... ¡Deseamos que nos otorgues la vida eterna!" Decenas de personas cantaban mientras arrastraban la enorme escultura de la Diosa de la Muerte hasta la plaza.

Lo transportaban con remolques y carruajes tirados por caballos. Se suponía que la escultura se vería horrible y sombría, pero hoy se veía alegre, ya que estaba rodeada de muchas personas, todas las cuales cantaban y bailaban.

Había varios sacerdotes y discípulos del inframundo, que salpicaban agua y pétalos de flores en el camino. Muchos ciudadanos se arrastraban a lo largo de la carretera, mientras que algunos incluso se desmayaron cuando la escultura pasó junto a ellos.

Los discípulos de Pusuote no tenían miedo a la muerte en absoluto. Para ellos, la muerte era simplemente una extensión natural de la vida. De hecho, hasta cierto punto, pensaban que la vida y la muerte eran lo mismo.

Esperaban más que otros la vida después de la muerte y deseaban poder ser elegidos por los dioses para entrar en el reino de la muerte. También imaginaban una vida eterna, o una vida después de la muerte, aunque la mayoría de ellos no estaban calificados para alcanzar eso.

También había discípulos del Templo del Cielo en todas partes de la plaza. Todos estos discípulos vestían ropa holgada de Batko. La mayor parte de su ropa parecía sencilla, y mostraban sus brazos y pantorrillas.

Personas de todas las edades y géneros se reunieron en la plaza, todos sentados con las piernas cruzadas y escuchando a los sacerdotes del templo mientras leían el libro de los vivos, mientras recibían doctrinas del inframundo del Templo del Cielo.

En cuanto a los sacerdotes que vestían túnicas largas, cantaban canciones de adoración sobre los dioses mientras bailaban para orar a sus dioses. Pétalos de flores estaban por todo el suelo, y melodías melodiosas resonaban por toda la ciudad.

Había actividades ceremoniales en todas partes de la ciudad, y la puerta estaba abierta de par en par, dando la bienvenida a todos los discípulos cuando llegaron aquí. Soldados y sacerdotes eran los encargados de mantener el orden, y había varios grupos grandes de discípulos orando juntos.

De hecho, había discípulos orando por todas partes, desde la plaza hasta los templos, e incluso alrededor de los restos divinos y frente a las esculturas sagradas. Habían pasado casi 200 años desde que se fundó Pusuote, y el Templo del Cielo fue la base del reino. ¡Ahora, Cetisius no solo era un rey, sino que incluso había asumido la personalidad de una creencia y una especie de dios!

La ciudad estaba repleta de gente, ya que recientemente habían llegado cerca de 100.000 extranjeros. También había centros de distribución de alimentos y residencias en todas partes de la ciudad. ¡Claramente, el reino de Pusuote estaba completamente preparado para las próximas festividades del Día de la Muerte!

“¡Qué reino próspero!” Jonathan observó con asombro.

Llevaba un abrigo y un sombrero, y sostenía un palo en la mano. Estaba siguiendo a un equipo de enviados de la Alianza de la Ciudad de Sheehan.

Aparte de los políticos del parlamento de la Alianza de la Ciudad de Sheehan, Marina y varios otros brujos de la alquimia caminaban con él. En el momento en que ingresaron a la Ciudad de Baber, llamaron mucho la atención.