[One-Shot] #7

70 7 0
                                    

Una mañana tranquila, su pareja, sus hijos y un agradable desayuno.

Ah que hermoso día...

— ¡Broken devuélveme mi pedazo de torta!

— ¡ya esta mordido es mio!

— niños basta, —se metió el padre de ambos poniendo otro plato del postre para la albina— Reinier no puedes robar el desayuno de otros, es de mala educación —reprendió mirando a su hijo menor—

— ¡bien! —inflo sus mejillas en señal de berrinche—

El más viejo acaricio la cabeza de su hijo para intentarlo calmar, más luego la risa del albino invadió el comedor.

Obviamente era una escena cómica para él, sus hijos realmente heredaron parte de su carácter, y agradecía a que su esposo les tenga paciencia a los tres.

No hablo nada y apenas abrazo a su amado por las espaldas.

— ponte a desayunar tu también, yo me encargo de la limpieza... —soltó el albino quien ya había terminado su comida—

El peliazul apenas asintió delante el pedido de su esposo y tomó asiento mientras también mantenía a la raya a los dos mini demonios traviesos que estaban a punto de arrojarse la comida en la cara.

Ya Chara empezó a lavar lo que su pareja uso para preparar el desayuno, el sonido de la agua corriente caer empezó, junto a la espuma que pronto desaparecía con un enjuague, este no puso mucha atención en su alrededor, pues se concentraba en su labor. En lavar los platos, las tazas y... la sangre?

. . .

Ya más tarde, los menores iban jugando con sus juguetes, mientras sus padres miraban la tele, Chara tenía su cabeza apoyada al hombro de su esposo quien le daba unas cuantas caricias en la cabeza, algo dulce y relajante.

Pero después, su hija mayor se metió en medio y apoyo su cabecita en el regazo de su padre.

— quiero mimos.

— espera tu turno. —contestó el albino mayor aferrándose un poco más al peliazul—

— padre...—dijo haciendo ojitos tristes—

Una tenue risa escapo de los labios del peliazul, y con su mano libre empezó a acariciar la cabeza de su hija quien cerró los ojos para disfrutar del mimo.

— ¡yo también quiero! —reclamo el hijo menor subiéndose y apoyando su cuerpo en el regazo de sus padres—

Chara no tuvo de otra a no ser rendirse de los mimos de su pareja quien ya atendía al pequeño.

Pero en cambio de ello recibió unos cuantos besos en su rostro, sus manos estaban ocupadas, pero su boca no, y eso no era nada malo, amaba sentir los labios de su esposo chocar con los suyos, ya sea en besos tiernos o en besos que apenas compartían cuando estaban completamente a solas.

Apenas quería sentir sus labios más una vez...

. . .

. .

.

Días de escuela significaban estar sin sus hijos por vuelta de cinco a seis horas por día y los padres de estos no perdían tiempo a la hora de mimarse con toques subidos de tono. Pero solo eran pequeñas provocaciones, como mordiscos en las orejas o besos más salvajes, pues queriendo o no, aún tenían un día lleno por recurrir.

Chara adoraba acunar las mejillas de su esposo en sus manos y repartir besos por su hermoso rostro, pues así este oía y veía la risa y sonrisa del peliazul.

°•One-short's•° [Ediel X C!Chara]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora