SIMPLEMENTE TU (2a TEMPORADA DE SOLO CUANDO TE VI, RUBIUS Y TU) (HOT)

-Capítulo 5.

He vuelto señores jejeje

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Me siento desorientada. ¿Qué acaba de pasar? Bueno, supongo qué es una pregunta retórica, porqué esta claro.

A ver, repasemos:

Primero: Este tío es un guarro. Está empalmado ahora mismo. Está empalmado por mí. ¿Debería sentirme alagada, o importante, no? Pues no. Me siento en la mierda. ¿Qué cojones te pasa, _____? ¿En serio te lo ibas a tirar? Bah, tienen que haberme echado algo en la bebida, porque yo no soy así. No soy así de... puta. Sí, esa es la palabra. Puta. Por dejarme toquetear de un desconocido. Por dios, hace un rato estaba hablando con su novia. Qué asco me doy.

Estoy en un pasillo. Un pasillo oscuro. Sigo el sonido de la música, y vuelvo al salón. Hago como qué no ha pasado nada. Noto qué alguien me toca el hombro, e involuntariamente me giro bruscamente. Es Mangel.

- ¡_______! Llevo una horah' buscandote por' toh' "laos", ¿onde' estabas metida?

- Lo siento... Estaba... por ahí. -Intento cambiar de tema- ¿Y tú qué? ¿Dónde estabas?

Noto qué se pone rojo. Ay Mangel... ¿A quién te habrás tirado esta vez?

- Por ahí...

- Sí, por ahí.

Silencio incómodo. ¿Desde cuándo hay silencios incómodos entre Mangel y yo? Dios, como están cambiando las cosas.

- Bueno Mangel, voy a ver si como algo, luego nos vemos. -Me despido con la mano.

- Eso está bien... Adiós.

¿Y ahora qué hago? No conozco prácticamente a nadie de aquí. Al idiota del qué no quiero ni acordarme, a su nov... ex novia, y a Ismael.

Medito durante unos segundos con quién acoplarme, aunque la decisión es más que obvia.

Busco con la mirada a Isma por todo el salón. De pronto lo veo, sentado en un sofá, con una cerveza en una mano y el móvil en otra. Está con unos chicos, riéndose, aunque presta casi toda su atención al móvil.

Me acerco lentamente, pero cuando estoy a unos pasos de él, me paro. ¿Querrá qué me siente con él, o me echará para qué moleste a otros? Bah, no tengo nada qué perder. Así que dicho y hecho, en dos zancadas he llegado a su lado. Levanta la cabeza un tanto extrañado, pero luego me sonríe. Sus amigos se lanzan miraditas entre ellos, a saber lo qué se estarán pensando. Tonterías.

- Hola. -Me dice- ¿Quieres sentarte?

- Vale. -Acepto de buen gusto, y por primera vez sonrío de verdad, una sonrisa qué me sale sola, no una forzada-

- Vosotros, cabrones, haceros a un lado joder, putos gordos, qué ocupáis todo el puto sofá. -Les gruñé, pero sé que va en broma-

Sus amigos se hacen a un lado y yo me siento en el sofá, a su lado.

-¿Y cómo tú por aquí otra vez? -Vuelve a sonreír. Es bastante guapo, la verdad. Sobretodo sus ojos, de un verde precioso.

- Cosas de la vida. No conozco a casi nadie, así que pensé en venir aquí.

- Yo qué me había hecho ilusiones... -Bromea, y suelta una risita. Pero su vista vuelve al móvil. Entonces, bromeando, se lo cojo y lo levanto por arriba de nuestras cabezas.

- Ey. -Dice, ríe, e intenta coger el móvil. -¿Qué haces?

- Te lo he quitado porqué si estás con el móvil no me haces caso. -Digo intencionadamente, ya qué eso fue lo qué me dijo él un rato antes. Él parece acordarse, porque sonríe. Le doy el móvil, y él se lo guarda en el bolsillo trasero del pantalón.

- ¿Quieres un trago? -Me ofrece su cerveza. -Tranquila, solo he bebido yo de esta cerveza. -Me guiña el ojo.

- Gracias. -Le doy un trago largo. La cerveza refresca sorprendentemente rápido mi garganta.

Entonces, ocurre algo extraño. Mi cabeza gira automáticamente al escuchar su voz hacia la derecha, y veo al idiota de antes saliendo de los baños, mientras se sube la cremallera. A saber qué estaba haciendo ahí. Se me revuelven las tripas.

El tío parece qué me ve, por lo qué sonríe, con una sonrisa bobalicona, perversa, y divertida, y comienza a venir en mi dirección.

No. No puedo permitirlo. Me va a arruinar la noche, no puedo dejar qué me deje en evidencia delante de ellos...

Una idea pasa fugaz por mi cabeza, pero consigo agarrarla antes de qué se escape.

Miro a Ismael, un tanto insegura, y escupiendo las palabras a toda velocidad, le susurro:

- Oye, rápido, ¿tienes novia? -Le dijo bajito.

- ¿Eh? ¿Q-qué? -Pobre, vaya cambio más brusco de tema- N-no... ¿por? -Ríe nervioso.

- Vale, no me odies mucho por esto.

Y me lanzo a besarle. Me siento fatal... Tengo novio joder, pero es la única manera qué se me ocurre de terminar la noche tranquila, todo lo tranquila qué puede acabar. Si el idiota ve que tengo novio me dejará en paz, ¿no?

Isma corresponde mi beso, un tanto confundido, para luego poner las manos en mi espalda, sujetándome, mientras una de sus manos se desliza hasta mi culo.

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Bueno, antes que nada, lo siento mucho por desaparecer. La verdad, no tenia ánimos para escribir, me han pasado muchas cosas malas en muy poco tiempo, y me siguen pasando. No podía. Lo siento mucho, mis queridas lectoras, pero os prometo que intentaré escribir más a menudo.

Pero os he recompensado con este capítulo tan salseante jajaja

Espero que os guste mucho. Os quierooo.

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