Capituló 5/Tengo miedo de confiar en ti

542 63 28
                                    

𝓝𝓪𝓻𝓻𝓪  𝓖𝓾𝓲𝓵𝓵𝓮𝓻𝓶𝓸:

Dos días después de que paso el partido y de contarle a Sergio lo que sentía por Lionel Messi, aún tenía mis dudas si estaba bien que me hubiera enamorado fácilmente, Checo me calmo ese día, pero mis dudas aún estaban. No ayudaba que en los entrenamientos varios de mis compañeros me seguía molestando, puesto que estaban resentidos conmigo porque yo traté de que no hubiera perdido eso y que no acepté el soborno del entrenador. Herrera y los demás me seguía acosando hasta el grado de tocarme en el vestido por supuesto accidente cuando trataba de defenderme, además no me han dejado de llegar mensajes de odio en las redes sociales por el resultado del partido contra Argentina.

— Oye, ¿estás bien?, te veo muy distraído hoy — habló Lozano, sacándome de mis pensamientos.

—Estoy bien, descuida — le sonreí y el desconfiado se fue, pero sabía que no me iba a salvar para la siguiente vez.

Seguí con mi entrenamiento sin accidentes, aunque seguía viendo que mis amigos se preocupaban de mi estado, tampoco ayudaba que Sergio nos acompañaba a los entrenamientos, puesto que varios de mis compañeros empezar a verlo de una forma que no me gustaba y trataba de protegerlo a toda costa. Luego de que finalizó el entrenamiento Checo acercó a mí, lo podía notar nervioso, esto me puso en alerta.

—Memo, ¿crees qué podría ir a cenar a un lugar, hoy?—preguntó nervioso, vi cómo encogió los hombros y agachó su cabeza.

Esto me preocupaba de él, ya que se podía ver a simple vista como se comportaba sumisamente con todos los demás, en especial con los alfas cuando antes no era así. Aunque sabía que este cambio de actitud se deriva desde que entró a Red Bull y con su compañero ahora pareja Max.

— Claro, no hay problema, en realidad necesito una salida, para olvidar la presión del siguiente partido —dije y trate de sonreír y solté mi aroma para calmar, pero falle.

—Perfecto, yo te mando la ubicación y la hora, ahorita me tengo que ir a hacer algo, te veo allá —se despidieron de mí dándome un abrazo y se fue rápidamente.

No pude decirle algo más, así que decidí irme al hotel para arreglarme, noté que Checo no estaba en la habitación, pensé que ya se había ido para reservar el lugar, así que no le di importancia, después me llegó un mensaje de él diciendo el lugar y la hora donde nos iba a ir a ver esta noche.

—Saltó de tiempo —

Ya casi iba a llegar al lugar donde me cito Checo, así que le mandé un mensaje para avisarle que ya había llegado, era un restaurante, así que pregunté por la mesa que había reservado Checo y me dijeron que ya me estaba esperando. Cuando llegué a la mesa que estaba lejos de los demás para darnos algo de privacidad, pensé que me iba a contar algo, hasta que vi quien estaba sentado, era Messi.

—¿Qué vos estás haciendo aquí?— me preguntó sorprendido.

—Es lo que iba a preguntarte — me senté para que nos dejara solo el mesero. — No quiero ser grosero, pero estoy esperando a Sergio.

— Yo también, él me pidió venir aquí — me contestó Messi y ambos nos vimos llegando a la misma conclusión y nos reímos.

—¡Ay, dios!— me tapé la cara, podía sentir cómo mis mejillas se sonrojaban — Perdón le conté a Sergio nuestro encuentro después del partido y creó que hubo un malentendido, perdón si quieres...

— Che, fui tan obvio ese día — me interrumpió y lo miré sorprendido — Vos, no tienes la culpa, es mía — se levantó para irse.

—¡Espera! — lo detuve — Ah, ¿qué te refieres?— lo miré mientras trataba de calmarme, no debió de ilusionarme.

Si tan solo estuviera conmigo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora