Capítulo 2

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Cada instante que pasaba era una tortura, pero en realidad, el tiempo ya no tenía ningún peso ante tanto dolor.

Sin importar que hiciera, el sufrimiento no se detenía en ese lugar frío y húmedo que le helaba los huesos al no tener nada más que su bata de experimento y de prisionera. Porque no era nada más que un simple objeto que tenía algo que ese dueño del lugar quería poseer.

Su poder...

Su extraño y único poder...

Del cual ella ni siquiera era consiente como usar, ni como entregar, para solo morir de una vez, ante los insoportables dolores de su infierno...


--- ¡AAHHHHH!

--- (Akane, una mujer pelirroja dejó que corriera la sangre por sus piernas que comenzaban a llenarse de hilos lentos de un oscuro fluido) Ya me cansé. No tengo energía para curarte otra vez.

--- (sintió como la mujer le quitó la mordaza de su boca, logrando dar una enorme bocanada de aire para recuperar la inútil fuerza que le permitía no dormirse) Ah...

--- Bueno (limpiándose las manos con un trapo) El amo te vendrá a ver mañana al medio día, dijo que quería hacerte compañía (sonrió con éxtasis al ver la palidez de la menor, quien parecía querer desmayarse en cualquier segundo por el dolor) Ohh~ Al menos el que seas tan terca me permite torturarte (tocó ese negro cabello opaco que perdió su belleza hace ya mucho tiempo debido a su encierro) Es una lástima que el amo te quiere viva

Naoko: (sin atreverse a hacer un ruido sintió con temblor como Akane pasó por su lado, aunque esta vez para irse sin más de la habitación) ~Mi cabeza... me duele...~ (frustrada derramó unas lágrimas silenciosas al escuchar la puerta cerrarse una vez más, quedando atada a la silla como ya era costumbre en sus noches) ~Ya no quiero nada de esto~






*Inicio del recuerdo*

--- Mamá mamá ¿Puedes tocar y cantar una canción para mí antes de dormir? (dije con emoción y una sensación de felicidad recorriendo mi pequeño cuerpo)

---Pero es tarde Naoko, recuerda que tendrás que faltar al jardín para ir al doctor a ver que sucede con tu kosei

---Lo sé (respondí, realmente amaba escucharla, no iba a poder dormir bien si no la oía una vez más) pero me gusta cuando mamá canta para mí. Prometo dormirme si cantas (supliqué)

--- ¿Oh, vas a cantar amor? Yo también quiero escuchar

--- (apenas escuché esa voz profunda, pero dulce voltee y corrí a sus brazos. Esa amabilidad al hablar y siempre su apoyo hacia mí. Siempre lográbamos hacer que mamá cediera en nuestras locuras) ¡Papi! Bienvenido

--- Mi princesa ¿Vamos a ver como mamá toca el piano y canta?

--- ¡¡¡Siii!!!

--- Bienvenido. Y si tanto insisten lo haré, pero promete que iras a dormir después de esto Naoko

--- Si mami (asentí feliz y corrí con mi padre en cuanto percibí su gesto para acercarme a él)


Recuerdo esos momentos de tranquilidad. La dulce voz de mi madre que cantaba y que usaba su kosei para tocar esa pieza de piano; siempre me erizaba la piel y me humedecían los ojos. Sentía como si ella pudiera realmente hablar con los sonidos de unas teclas.

~Melodies of a Villain~ [BNHA x oc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora