Colibríes

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⚠️: S#ngre

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La falta de sueño le hizo levantarse enmedio de la madrugada. Sentado en su sillón, masajeó su cabeza y jugó con su cabello tratando de distraerse; pero nada. Se preparó una bebida caliente y se sentó en las esclareas de su pórtico, divagando en su mente. Lo habían despertado los gritos de su antiguo amigo Ao Lie mientras era consumido por las llamas del fuego de Samadhi; un terrible recuerdo que le gustaría poder olvidar.

La voz de la joven descendiente de su compañero, culpándolo del dolor de su equipo aún resonaba en su cabeza. Había sido un imprudente y egoísta hace años, pero ahora que intentaba mejorar se veía incapaz de olvidar el pasado. Los recuerdos dolorosos se clavaban en su espalda como espadas, las cuales cargaban con la culpa que sentía hoy en día. Sin haberse dado cuenta, sus manos comenzaron a temblar; y cuando un corto destello de luz roja nubló su mente por completo, se encontró así mismo destrozando su taza con su mano.

Su mano se tornó en un rojo tenue a la par que un grito salió de su boca. Pequeños trozos de la cerámica se clavaron en su palma haciéndolo sangrar; sumando al ardor debido al líquido caliente le provocaron un dolor insoportable. Sin embargo, Sun wukong no hizo esfuerzo por tratar su herida, permaneciendo sentado donde estaba; sollozando. Los jóvenes monos quienes lo acompañaban se acercaron temerosos, con el pelaje erizado justo después de oler aquél pesado hedor a sangre de su rey. Wukong apartó la mano de su ojo para lograr observar los pequeños pares de ojos fijados en él; temerosos. El dios no tuvo valor para hablarles, y sólo volvió a cubrirse. Lloraba por el dolor; Si, pero el que sufría por el duelo por sus amigos más que por el de sus heridas.

El ardor en su palma le recordó al desafortunado día en el que decidió enfrentar a Lady bone demon totalmente solo, luego de escuchar los gritos de Mei, y el casi sacrificio de MK, a quien no pudo sacar del fuego por mas que intentó. Unos minutos después, el cielo nublado finalmente cedió paso a los rayos del sol, los cuales terminaron de calentar aquella amarga mañana. Cuando las hojas de los árboles bailaban al soplar del fresco viento, un pequeño colibrí color esmeralda y pecho rojo revoloteó cerca de la vieja cabaña. Sus suaves chillidos alertaron al rey, quien curioso elevó la mirada para ver a aquella ave buscando de rama en rama una flor con la que poder alimentarse.

El dios se perdió tanto en el destello arcoíris en las plumas del animal, que apenas se dió cuenta segundos después, que la pequeña ave se había posado en su mano izquierda. Sun wukong, pasmado, permaneció quieto viendo al pajarito chillando y moviendo su cabeza. Una pequeña lágrima se asomó por el borde de su ojo.

—Nunca me dejaron después de todo.. no maestro? —dijo con una cálida sonrisa, dirigiéndose al colibrí.

Tan rápido como llegó, el pajarito abrió sus alas y voló hacia los árboles, hasta que su pequeña silueta se perdió entre las espesas hojas de las ramas. El rey permaneció donde estaba, limpiándose las lágrimas de los ojos, mientras miraba al cielo. Los pequeños monos que estaban junto a él chillaron confundidos, mientras uno de ellos tocaba a Wukong con un durazno que había traído. Wukong soltó una pequeña risa entre dientes y les sonrió; intentó tomar la fruta con su mano, hasta que recordó el horrible estado en el que estaba.

—Llévalo por mí, ¿si? —dijo con gentileza al pequeño—. Vamos.

Sun wukong junto a ellos entraron a la casa, mientras que, desde las movedizas  copas de los árboles, el pequeño pajarito los observaba partir.

...

Cuenta la leyenda que toda persona que recibe la visita de un colibrí tras vivir la muerte de un familiar, es sinónimo de que tu familiar o amigo fallecido se encuentra perfectamente.

En este caso el colibrí hace la función de mensajero, teniendo la etiqueta de un mensajero de almas, y este quiere acercarse a ti, para ofrecerte un mensaje de paz y tranquilidad por parte de tu familiar fallecido.

✨️ MONKIE KID ONE SHOTS ✨️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora