⚠️: Mención de muerte animal.
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Unas flamas se crearon en el borde de un puente de concreto, dejando ver la figura de Red Son, hijo de DBK, al disiparse el fuego. Los rayos de sol cubrían todo el muelle de piedra como una gran manta brillante, lo que hizo que el joven si quitara sus pequeños lentes para tallarse los ojos. Con el ceño fruncido, entornando la vista, avanzó rápido por el solitario lugar, seguro que ningún alma lo había visto llegar.
Al subir a la cubierta del enorme barco, observó a varios de los mininos al cuidado del gigante azul, tumbados bajo el radiante sol para calentarse. Algunos de ellos se acercaron a él al notar su llegada, maullando y frotándose contra sus piernas. Red Son los espantó con una sacudida y se dirigió a la puerta principal. Tocó impaciente, viendo desde la ventana a su lado, a más gatos dentro de la casa. Unos pocos segundos después Sandy abrió la puerta, pero para consternación de Red Son, el hombre se mostró sumamente sorprendido al verlo.
—¡Oh! Red Son.. ¿Qué estás haciendo aquí? —¿Que qué hago aquí? —preguntó ofendido—. Estoy aquí para ver al chico de los fideos y.. —Red Son hizo una pausa, observando a sus alrededores, y dentro de la casa de Sandy.
—¿Donde está él?
—¿MK no te avisó que no iba a poder venir al final? dijo que tenía mucho trabajo y que no había revisado su agenda correctamente —dijo, rascándose la nuca.
—¡Ese cabeza de fideo! —gritó, enfurecido. Red Son sacó su celular listo para llamar a MK y reclamarle. Sandy lo interrumpió. —De todos modos, puedes entrar si gustas Red Son. Hace demasiado calor como para que estés aquí afuera.
—Soy un demonio de fuego, descerebrado. Aguanto más el calor que cualquiera de ustedes —aseguró, dándose la vuelta—. Voy a matar a ese idiota ignorante.Red Son se alejó casi dando pisotones, dejando a Sandy bajo el marco de la puerta, desconcertado. El demonio continuó en línea recta hacia el puente para bajar del barco, cuando notó a uno de los gatos del hombre debajo de una frondosa planta que su dueño tenía en la cubierta; uno robusto de pelaje atigrado de un brillante color naranja. Red Son se quedó observándolo uno segundos, aparentemente examinandolo. Se giró unos segundos para buscar a Sandy, pero este ya había entrado devuelta a la casa. Soltando un corto gruñido Red Son se acercó al minino recostado, al notar un movimiento anormal en él, o más bien, el nulo movimiento que hacia su cuerpo.
Se dijo a sí mismo que el gato podía estar durmiendo, pero cuando tocó su pequeño pecho, el gato se retorció un segundo, como si sufriera un espasmo. Luego de eso relajó las extremidades, y se quedó tan quieto como una roca. Red Son lo notó algo inusual; pero no era como si le importara. ¿Verdad?
Red Son se puso de pie y se dirigió nuevamente a la puerta para tocar. No sabía por qué lo hacía, pero lo último que quería pensar era porque el animal le había dado lástima. A él nisiquiera le agradaban esos pequeños felinos. Sandy abrió la puerta poco después.—¿Red Son? Pensé que te habías ido.
—Si bueno.. estaba por irme y ví a uno de tus gatos actuar raro. No sé si quieras.. verlo a algo así —dijo, desviando la mirada. Sandy frunció el seño y dió unos pasos fuera de la casa.
—¿Cuál de todos? —preguntó examinando la cubierta. —El anaranjado abajo de la maseta —respondió señalando al minino. Sandy aceleró el paso y se arrodillo junto al gatito. Red Son al dar unos pasos hacia adelante logró ver como Sandy acariciaba al gato y masajeaba su pecho. Unos segundos después removió su mano y bajó la cabeza, sin decir una palabra. Red Son se colocó junto a él.—¿Qué le pasa? —preguntó inclinándose para ver al animal. Sandy tardó unos segundos en responder.
—Esta muerto —dijo, extrañamente tranquilo. Red Son se sorprendió, pero se mantuvo tranquilo.
—¿Se puede revivir a un gato? No creo que sea tan difícil.
Sandy se giró hacia él con el seño fruncido. —No.. no quiero eso —le respondió, volviendo la vista hacia su pequeño amigo. Red Son, lo miró confundido. ¿Quién no quisiera tener a sus amigos devuelta a su lado?
No dijo nada más, mientras Sandy recogía el cuerpo inerte del animal y se lo llevaba fuera del barco. Los demás gatos lo siguieron hasta que el hombre puso un pie fuera de la borda, para dirigirse al muelle.Red Son lo siguió, sumido en la curiosidad. Ambos caminaron lento hasta llegar a un extenso parque verde; vacío, tal y como el lugar donde se encontraban hace minutos. Sandy encontró un lugar más alejado, con tierra fresca y húmeda. Con sus propias manos cavó un agujero debajo del árbol cercano, suficientemente grande para lograr poner el cuerpo del gato dentro. Antes de eso le quitó su collar, color azul con una placa de plata, y una P tallada en ella. Cuando terminó de enterrar al fallecido animal, se incó y se quedó, mermaneciendo ahí. Red Son se acercó a él, guardando distancia entre él y la improvisada tumba.
—Se llamaba Pardo —dijo al cabo, mientras limpiaba con su dedo la tierra de la placa. Red Son no estaba de humor para escuchar un monólogo inspirador, más sin embargo no lo interrumpió. —Estuvo conmigo durante 11 años. Es el padre de varios gatitos que ahora viven conmigo. Me hubiera gustado que lo conocieras.
Red Son paseó su vista entre Sandy y la tumba de Pardo. No esperaba haber conocido al gato, pero admitió para sí mismo que su muerte le pareció repentina y desconcertante. —Si lo querías tanto.. ¿por qué no aceptaste mi propuesta? —preguntó, mirando el collar.Sandy levantó su mano hacia él, entregándole el collar, mientras se limpiaba una lagrima del ojo.
—Pardo me hizo feliz durante muchos años —comenzó—. Era un gato sano y fuerte, pero después de tanto, ya era su hora de partir.
Red Son desvió la vista hacia el collar, observándo el brillo de la placa fijamente.
—No sería correcto arrebatarle su descanso. Nunca podré saber si Pardo deseaba vivir más tiempo. Ojalá supiera —se interrumpió—. Pero quiero pensar que se fue feliz, feliz de tener una familia, amor, comida y todo lonque un gato pudiese querer.Red Son escuchaba atentamente, mientras le devolvía el collar.
—Lo mejor que podría hacer ahora, sería agradecerle por todos esos años felices que me obsequió con su mera presencia, sin yo haber hecho algo para merecerlo. Sandy se puso de pie y abrazó el collar de su amigo.
—Ahora descansará aquí, en la naturaleza donde tanto amaba estar.. y donde yo pueda estar seguro que visitarlo. El hombre dió media vuelta y se alejó. Antes de irse, se dirigió hacia Red Son una última vez.—No quiero que él regrese. Porque yo estoy feliz con la vida que ya me dió. Una pequeña pero importante parte de mi vida —hizo una pausa antes de terminar. —Adiós Red Son. Ten una buena tarde. Sandy se fue del parque, dejando a Red Son con las emociones en el estómago. Se sentía extrañamente conmovido, y, aunque no quiso admitirlo frente a él, admiraba su fuerza para superar ese tipo de cosas. Nunca se había puesto a pensar en lo que un simple animal significaba para los humanos, tomando en cuenta la corta vida que estos tenían.
Más sin embargo, aquella charla sin duda lo hizo reflexionar. Colocando sus manos en sus bolsillos, y con un amargo sabor en la boca, se puso en marcha para volver a casa.
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✨️ MONKIE KID ONE SHOTS ✨️
FanfictionHistorias cortas (y no tan cortas) que se me van ocurriendo de vez en cuando. ‼️ADVERTENCIA‼️ -La imagen que aparece como portada no es de mi autoría. Créditos a su respectivo autor. -Las historias pueden contener temas fuertes. Se recomienda discre...