Always Be White And Pure

"¿Aceptas?"

Allí estaba Jack Collins, de nuevo llegando tarde a la estación de Seguridad y Protección Privada. Tuvo que tomar un taxi debido a que su auto, esa chatarra, no quiso arrancar.

Desde hace un par de meses a tenido problemas financieros, por lo que pide con urgencia que lo suban de puesto y le aumenten el salario.

Jack es alto, 1.92. Cabello claro, un cuerpo bien formado y ojos azules. El hombre está como quiere.

Sube las escaleras a prisa, acomodándose bien la chaqueta negra, empuja las puertas de cristal grisáceo y se topa con Renata. Elle lo mira con recelo y él suelta una risa nerviosa. La noche anterior Jack rechazó la insinuación de Renata, no porque no le guste, ella es hermosa, es porque él no quiere ninguna relación. Por ahora solo quiere dedicarse a su empleo.

-Hola.- Jack trata de ser amable.

-Llegas tarde, Eric no está feliz. Te quiere en su oficina, ahora.- la rubia termina sus palabras y contonea sus caderas hasta llegar a su escritorio y seguir su trabajo.

Jack observó cada uno de sus movimientos, tal vez debió darle una oportunidad a Renata.
La puerta de la oficina de Eric Millar se abren, capturando la atención de Jack.

-¡Jefe! ¿Cómo está?- se acerca a él y esboza una sonrisa.

-Entra.- le ordenó señalado su oficina. Ambos entran, Eric se sienta tras su escritorio y Jack frente a él.

-¿Qué ocurre? Me está asustando un poco todo esto.-confiesa reacomodandoce en su silla.

-Jack, tengo un trabajo para ti.- habla el jefe colocando una carpeta sobre su escritorio. -Pero este no es como los pasados. Es de suma importancia y cuidado, Jack, no estarás cuidando dinero o joyas. Será a una persona. ¿Qué piensas? ¿Aceptas?

Jack se queda quieto en su lugar. Una vida, sería una vida la que tiene que cuidar. Esto es un completo cambio pero está seguro que este trabajo le subirá de puesto.

-Acepto.- habla decidido.