Lover's; jenle

O9 ★ thirsty of you

Ha pasado un año y medio desde que Jeno y Chenle comenzaron su relación, y su amor solo ha crecido más fuerte con el tiempo. Ambos han aprendido a equilibrar su tiempo e trabajo, dejando de mantener su amor en privado.

Las cosas pasaron a otro plano. Aún recuerda él día que Kim le pidió oficialmente que sea su novio, en ese lugar alejado de la ciudad. Fue un proceso largo para ambos, ya que en aquel momento no se toleraban mucho.

En los últimos días habían estado sintiendo una tensión cada vez mayor entre ellos. Aunque eran pareja y se amaban profundamente, habían estado ocupados con sus respectivas actividades y no habían tenido mucho tiempo para estar juntos.

Esa noche, decidieron que era el momento perfecto para dejar de lado todo lo demás y concentrarse en ellos mismos.

Después de una cena romántica en restaurante lujoso como de costumbre. Al llegar al auto Jeno le dio un beso apasionado y dejo anonado al castaño. Durante el camino Chenle fue tocándole el muslo al azabache, tenía que dejarle en claro las cosas que deseaba esta noche y que estaba decidido.

Se detuvieron en una tienda de convivencia antes de llegar al apartamento de Jeno, ya era habitual pasar el rato viendo películas juntos pero las manos juguetonas de Kim en cuanto bajaron del auto no paraban de darle cosquillas en su estómago.

—Ya compré la protección. —mostrando la caja de condones que acaba de comprar. El castaño le dio un golpe en el brazo.

Ambos sabían que esta noche sería especial, no era encuentro casual para solamente darse besos en la oscuridad.

Sin perder más tiempo, Chenle se acercó más al mayor y lo atrajo hacia él, uniéndose en un beso apasionado. Sus labios se encontraron en un encuentro ardiente, dejando escapar años de deseo contenido. Las manos de Jeno exploraron el cuerpo de este y así cada caricia enviando una oleada de electricidad a través de su piel.

Chenle no podía negar que amaba esto. Estaban en público, en el estacionamiento del edificio. Soltó un gemido suave ante el contacto de las manos de acariciando su cabello mientras profundizaban el beso. El deseo se desbordaba entre ellos, y cada movimiento era una danza de pasión y entrega.

—Subamos a mi apartamento, bonito. —dijo el mayor pelinegro con esa voz rasposa grave.— El chino asintió y tomó su bolso para así seguirle el paso. El ambiente estaba cargado de anticipación y tensión sexual.

Chenle hizo el honor de ubicar sus nalgas justo en la altura del bulto del mayor, en cuanto entraron al ascensor se restregó contra él. Provocándole un gruñido de satisfacción que tuvo que retener.

—De verdad me traes loco, Lele. —susurró con la boca cerca de su oído, estremeciéndolo con su aliento.

El aludido ladeó la cabeza lo justo para que sus miradas se encontraran y elevó una de las comisuras de su boca en una sonrisa juguetona que le cortó la respiración al más alto, provocando que sus manos encontraran sus caderas y apretaran con deseo.

Afortunadamente, las puertas del ascensor se abrieron para ellos, señalando que habían llegado a su destino. Saliendo con prisa del pequeño espacio, se dirigieron rápidamente hacia la habitación. Sin testigos a la vista, Chenle no titubeó, enterrando su rostro en el cuello de su compañero y dejando una serie de besos húmedos y sensuales en la zona, mientras el otro apresuradamente intentaba abrir la puerta.