3er capítulo: La hija de mi esposo

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Eymi

Suena la alarma a las 5:30am y tengo un sueño de ostia, enciendo el celular y veo que tengo un mensaje de Rebeca

"No tienes que presentarte hoy, los señores todavía están de viaje, pero acuérdese celular disponible por si requieren de su presencia"

Pongo otra alarma para las 8 para domir otro poco, minutos después me levanto, voy hasta la cocina a preparar el desayuno, la taza de café no me puede faltar así que monto la cafetera, llamo a Gerard para saber cómo está la niña y mencionarle que voy a visitarle, al 5to timbre

—Buenas—

—oh me he confundido de número o una perra acaba de contestar el teléfono de mi hombre— hablo ante el buenas de la que habla, mi cara se estremece por completo y quiero matar a la perra que ha osado tomar el teléfono, escucho sus carcajadas y eso me molesta.

—por qué razón coges mi celular Romina, quedamos en que todo iba a estar en paz y que todo iba a estar bien por la niña—,siento la voz de Gerard quien discute con la madre de su hija

—hola amor—habla mi hombre

—che cazzi fa quella cagna con il tuo callulare—(que carajos hace esa perra con tu celular)

—tranquila amor sabes cómo es, estaba en el baño y el celular lo tenía la niña—carraspea
—y no me hables así que sabes cómo me pones—

—Ah sí y como está lo que es mío y chupo todas las mañanas menos la de hoy—

— y menos ayer—hacemos un silencio corto para reírnos, —rabiosa, muy rabiosa porque su dueña no le ha dado de comer—

—quién está rabiosa papá, eymi se enfadó, y por qué tienes tú que darle de comer—, escucho ahora la voz de la peque hermosa

—un poco cariño, pero no te preocupes sabes que eso se le pasa rápido—,escucho a Gerard responderle

—cómo vas a estar diciendo esas cosas al lado de la niña Gerard—, le regaño

—deja y voy al balcón, es que tú me provocas mucho hablando de esa manera—.

—bueno cambiemos de tema porque si no vas a tener que venir urgente alimentarme— volvemos a reír
—cómo está mi piojo, qué han dicho—

—por ahora no se sabe, están haciéndole análisis y otras pruebas, no dicen nada sólo que debemos ser fuerte y eso me tiene de los nervios—

—Amor hoy no tengo trabajo, me visto y salgo para allá no me importa tu ex mujer solo quiero estar a tu lado en estos momentos y ver a la niña.—

—Amor no—

—Amor sí ya me estoy arreglando y te llevo desayuno, en una hora y media estoy allá—

—Está bien pero cuando estés acá avísame—

—Sí amor—, cuelgo y me empiezo a preparar, me pongo unos vaqueros negros apretaditos a mi cuerpo que no es por hacerme la gran cosa pero curvas me sobran, una blusa color piel mangas larga porque está haciendo un poco de frío la cual coloco por dentro del pantalón y con un pequeño escote que hace ver mis pechos y mi tatuaje, unos tacones de 10 cm de alto del mismo color de la blusa, me coloco mi abrigo de lana de color negro, llamo un taxi.

Recojo el desayuno que tengo preparado, bajo y rápido me monto en el taxi que ya me espera, estoy de camino y hago que el taxista pare en una floristería, compro un ramo de azucenas porque sé que son las favoritas de Agatha y una caja de chocolate blanco también sus favoritos, llego al hospital, timbro varias veces al celular y nada, subo las escaleras hasta llegar a la recepción pregunto sobre Aghata Richard Thomas

¿Amar es peligroso?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora