La maldición de Thornhill

Capítulo 41

Habían pasado un par de días, lo cierto es que Toni había estado más tiempo dormida que despierta, lo que sea que le había afectado la había dejado muy cansada, que juntado con lo poco que había descansado últimamente hizo que aquellos días de sueño le sentara muy bien. Cheryl había estado con ella, le había llevado la comida, todo parecía idílico pero Toni había crecido en el Sur, donde a te dabas cuenta de todo lo que pasaba a tu alrededor, donde aprendías más observando que preguntando, y se había dado cuenta de que Cheryl cuchicheaba con alguien por teléfono y cuando creía que Toni dormía salía a escondidas, cuando Toni le preguntaba donde había ido, Cheryl desviaba el tema o la besaba, pero nunca contestaba.

-¿Vuelves a irte? -preguntó Toni

-TT deberías estar en la cama -Cheryl se giró y le dio un beso

-¿A dónde vas? -insistió Toni

-Voy a visitar a las otras Vixens que cayeron enfermas, como capitana es mi deber ver que todas ellas están bien

-¿Le mandas un saludo de mi parte?

-Siempre preocupándote por los demás... -Cheryl la sentó en la cama y le acarició la mejilla-. Intenta dormir un poco más

Cheryl le dio otro beso, tomándose su tiempo en saborear los labios de Toni, después salió de la habitación.

Nada más hubo salido de la habitación Toni comenzó a vestirse, salió por la ventana y se acercó a su moto, vio a Cheryl montarse en su moto y arrancar, Toni esperó a que se alejara antes de hacer ella lo mismo.

-Mientes fatal Cheryl... -dijo mientras la seguía

Toni no era una persona especialmente celosa, nunca había sentido celos, ni siquiera por sus hermanas que tenían el cariño de su madre mientras ella no, nunca deseó lo que otros tenían, aprendió desde muy joven que cada uno debía labrar su destino. Por eso, no pensó ni por un instante que Cheryl pudiera tener una aventura, no le preocupaba eso, podía ver en la mirada de la pelirroja que la quería sinceramente, lo que sí le preocupaba era que pudiera meterse en líos. ¿Un ataque que había afectado a varias personas de Riverdale Hill? Era sospechoso, pero que Cheryl comenzara a salir a escondidas solo podía significar que estaba tramando algo.

Jug no estaba por lo que no era una misión de los Serpientes, por ese lado estaba tranquila, pero solo existía otra persona que quedase allí por la que Cheryl se expondría las Vixens, entre ellas Verónica, y si era a Verónica a la que estaba ayudando, sin dudas Hiram Lodge estaba metido por en medio, y eso sí era bastante peligroso.

Toni podía llegar a entender porque Cheryl le había mentido, no quería que saliera a ayudar, no en su estado actual, Toni había visto el primer día el miedo y la preocupación en Cheryl aun cuando intentaba ocultarlo, había sentido como esa noche se aferraba a ella como si le diera miedo de soltarla por si el simple hecho de soltarla hiciera que empeorara, la había visto despertar de golpe cuando Toni se había movido, temiendo que fuera un nuevo ataque. Podía entender su preocupación, podía entender que quisiera que estuviera en casa a salvo, lo entendía porque ella hubiera deseado lo mismo para Cheryl, lo que no entendía eran las mentiras, Toni las odiaba, odiaba que le mintieran y Cheryl lo estaba haciendo.

Vio como Cheryl entraba en el Pop's, por lo que sus sospechas no estaban desencaminadas, se quedó en su moto, en la parte más oscura del aparcamiento, alegrandose de no ver a ningún espectro, a decir verdad, ni siquiera había clientes en el Pop's. A los diez minutos, Cheryl y Verónica salieron juntas, Toni las siguió a distancia para ver que se dirigían a donde se estaba alojando Penélope Blossom, movida por la curiosidad, en esta ocasión sí se acercó y vio cómo ambas mujeres ataban a Penélope y le hacían un interrogatorio sobre los ataques. Fue ahí cuando Toni se enteró que las Vixens estaban desaparecidas, nadie las había vuelto a ver y que a Verónica habían intentado capturarla también, Toni se había librado únicamente por estar en casa de Cheryl y no haber salido. Al parecer el ataque era cosa de Hiram Lodge, que había comenzado a mezclar sus drogas entre el agua, comida y otros suministros para intentar hacer adictos a los jóvenes y que así su negocio con la droga creciera.