La maldición de Thornhill

Capítulo 32

Toni estaba entre el público de la obra, Cheryl estaba a su lado, la pelirroja llevaba toda la obra viendo los fallos de la que la había sustituido, comentándoselos a Toni.

-No dejas de mirarla -dijo Cheryl mientras Alice Cooper estaba en escena

-Últimamente me da la sensación de que está en todas partes, ya sea en el Sur o aquí -comentó Toni

La conversación de las dos chicas quedó silenciada cuando en un cambio de escena en la pared acuchillada estaba la suplente de Cheryl, muerta bajo la firma de capucha negra.

De repente el caos se desató, gritos, gente corriendo de un lado a otro, todos buscando salir de allí, los que caían eran pisoteados, Toni se quedó en el lugar, sin moverse, agarrando la mano de Cheryl, observando a todos

-Deberíamos irnos -dijo Cheryl

-Él no estará aquí y si lo está, es más fácil apuñalar a alguien entre empujones, si nos quedamos aquí no correremos riesgo, lo veremos venir de frente -dijo Toni que desvió su mirada hacia donde estaba Alice, Betty había corrido a abrazar a su madre que gritaba aterrada

Únicamente cuando el caos inicial hubo pasado, Toni se movió del lugar, revisando que sus amigos se encontraran bien. No parecía haber más heridos.

***

Los días posteriores no habían sido muy buenos, los ciudadanos de Riverdale estaban asustados ante la posible vuelta de un asesino en serie como Capucha Negra. Cheryl se había tomado la muerte de una de sus animadoras como algo personal, apenas veía a Toni pues estaba enfrascada en su vendetta personal. Toni había vuelto a las viejas costumbres, recorría las calles de Riverdale con su moto, cada vez había más personas que le importaban, por lo que había más personas a las que quería proteger, entre ellas estaban Verónica a la que seguía cuando no estaba en su casa, por suerte su padre era bastante protector y le había puesto guardaespaldas para las ocasiones que tenía que salir, que por fortuna, no eran muchas. También vigilaba a Betty y Jug, que suponían un pack, ya que siempre estaban juntos. A la única que no debía proteger era a Emily, ya que sus padres se la llevaron de la ciudad por miedo a que le ocurriese algo. Aunque Toni la echaría de menos, prefería que estuviera lejos a que su vida corriese un peligro real.

Toni en una de las vigilancias a Betty y Jug, los siguió hasta el Orfanato de las Hermanas de la Misericordia, se preguntó qué irían a hacer allí, espero un poco, suponiendo que saldrían al momento, pero lo cierto es que estuvieron allí durante horas.

Cuando salieron los dos tenían cara serias, y el entrecejo fruncido de Betty solo significaba una cosa, problemas. Toni los siguió hasta que llegaron a casa de Betty, los dos entraron, Toni dudó, pero finalmente se dirigió a la puerta, sacó unas ganzúas y mirando a su alrededor esperando que nadie la viera entró, se dejó guiar por las voces, sabía que no debía estar allí, pero quería saber qué es lo que habían estado haciendo en aquel lugar

-¡Ella no es tu hija! -gritó Betty-. Hemos estado en las Hermanas de la Misericordia. ¡Ella es tu hija!

-¿Qué significa esta foto? -preguntó Alice

-Miente, ella nunca me ha querido aquí... -dijo la farsante

-No miente -dijo Toni entrando en la cocina

-¿Toni? ¿Qué haces tú aquí? -preguntó Betty

-Ella es la de la foto -dijo Jug-. Cuando llegaste al Sur nunca dijiste de donde habías salido, era de allí, ¿verdad?

-No entiendo... -Alice miraba a Toni y a la otra joven

-No lo hagas -dijo Toni al ver que la otra chica miraba el cuchillo de la cocina