capítulo 23: padre e hijo

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La ciudad de Londres estaba como lo abitual, Philip había ido a comisaría a darle nueva información a los agentes federales.

Había pasado prácticamente todo el en la calle y no contesto ningún mensaje ni llamadas de su madre y padre. Luego de darle la información a los agentes y recibir su paga se fue, para suerte de el empezó a llover lo que es habitual en Londres.

En medio de su caminata ya con miedo de que lo secuestren o algo peor, un coche negro se interpuso en su camino. Del coche salió un hombre encapuchado con arma en mano.

— súbete al coche rápido – ordenó el hombre

Philip obedeció y subió a dicho coche.

— señor si me quiere robar adelante pero no me haga nada – imploro el menor

—tranquilo no te matare– dicho esto se quitó lo que le cubría la cara– me explicas ya que estuviste haciendo todo el puto día ?

Philip se sorprendió al ver a William. No se digno a responder la pregunta de su padre

— no me vas a responder... Pues muy bien – se dirigió a una montañas en el norte de la ciudad–sal del coche anda– dijo William al bajar del vehículo

Philip obedeció sin rechistar y se dirigió donde estaba su padre.

— Mira la ciudad, ¿es hermosa verdad?– hizo una pausa – sabes cuándo tu madre me dio la noticia de que estaba embarazada de ti, yo estaba en medio de una reunión con la organización que hoy en día está buscada por la policía. ¿Lo sabías?

— no – respondió con la cabeza agachada

— y creeme que esa información me alegro el día, lástima que días después la policía de Marbella nos hizo una redada y tuvimos que huir – hizo una pausa– yo dejé aquella vida cuando hui de aquella ciudad, tan solo para prestar toda mi atención en el bienestar de tu madre de ti. Y lo único que te pido es que me digas en qué estás metido– dicho esto William voltio a ver a su hijo.

Philip suspiró profundamente y levantó la mirada
— trabajo para la policía de Londres– respondió

— en qué sentido , ayudas en comisaría

— no más bien... Estoy infiltrado en la organización supongo que es la que dejaste – dijo para luego volver a bajar la cabeza

William suspiró
<Bueno es mejor que vender droga> pensó

William apoyo su mano en el hombro de su hijo.

Philip al sintir la mano de su padre en su hombro se giró para ver a su padre, tranquilo y sin ningún indicio de desaprobación

— hijo mientras no te mentar en ningún negocio raro está bien

Philip se sorprendió y sin saber que más decir le dio una abrazo a su padre, que fue correspondido a instante por parte del mayor.

— te quiero papá

— y yo a ti hijo mío

Luego de aquel abrazo estuvieron un rato más viendo el paisaje y haciendo una que otra broma.

— bueno vamos a casa – dejo William caminado hacia el vehículo

— por qué?

— por qué si no tu madre se va a preocupar el doble

En medio del trayecto a casa Philip hablo
— pa promete que no me vas a dejar solo

William no respondió al instante
— hijo nunca vas a estar solo


Algo corto pero emotivo

La mafia en Londres Donde viven las historias. Descúbrelo ahora