»--CAPÍTULO 8--«

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"No es un adiós...Es un hasta pronto"

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PoV: Ariadna

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PoV: Ariadna

Bueno, qué decir....Hemos logrado atravesar momentos demasiados peligrosos, pero nos mantenemos firmes ante las adversidades de este mundo. Hace ya una semana que logramos encontrar una pequeña aldea para asentarnos cómodamente. En estos momentos me encuentro a orillas de un acaudalado riachuelo cristalino.

-<<No sé que nos deparará el futuro...¿Realmente he sido llamada a este mundo para cumplir algún tipo de misión en especial...?>>- Eso y mucho más me he estado cuestionando, hasta que una voz cálida irrumpe mis pensamientos.

-Niña...-me llama Margot- Debemos hablar, vamos adentro.

-<<Mejor me apresuro antes de que se enoje>>- suspiro para mis adentros, mientras me levanto he ingreso a nuestra morada.

Margot procede a asegurarse de que nadie ande merodeando por los alrededores y cierra muy bien los huecos de la pequeña cabaña, y tomamos asiento.

-Ha llegado el momento...-dice mientras me observa fijamente- Es hora de que continúes tu propio camino, que sigas fervientemente tu destino...Yo...Ya te he enseñado todo lo que debes saber; y has aprendido muy bien...Me duele decirte esto pero....-deja un silencio, mientras observa el suelo, como si allí encontrara algo interesante.

-¿Qué sucede Margot...?...Tú...-me interrumpe.

-Seré directa mi niña- mientras me toma de las manos- ya no me queda mucho tiempo de vida en esta Tierra, los dioses me están llamando a su presencia, pero han sido pacientes para conmigo, pues no quería dejarte sola sin saber cómo podrías continuar- me susurra amorosamente.

-No....¿¡¿Por qué...!?!- le grito, mientras me suelto de su agarre y huyo lejos perdiéndome entre los frondosos arbustos y árboles.

Mis piernas arden, mis pulmones también, mientras corro lejos, mis lágrimas nublan mi visión haciéndome tropezar con las raíces, cayendo directo al suelo. 

Sé que estoy siendo muy infantil, pero...No sé que haría sin Margot, ella ya es parte de mi vida, es la mujer que me ayudó en los momentos más difíciles. 

Alejandro MagnoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora