𝙈𝙔 𝙇𝙄𝙏𝙏𝙇𝙀 𝙇𝙊𝙑𝙀 © 𝘛𝘖𝘚𝘏𝘐𝘌𝘕𝘑𝘐 / 𝘉𝘈𝘉𝘠 𝘚𝘏𝘖𝘛𝘖

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Una hora después parecían seguir mudos, de un tiempo para acá así se habían vuelto sus interacciones estando solos y ambos parecían no encontrar razón aparente, a nada ni nadie para culparlos más que a sus corazones enamorados en secreto y con amor correspondido.

El día pintaba para ser algo lindo, normal, haría sol o podría llover en cualquier momento, ¿era ese buen tema?, quizá no, quizá era demasiado tonto, mejor se concentraría en entretener al pequeño bebé.

Finalmente el auto está aparcado en la acera de los Aizawa, sin pensarlo o saber exactamente el motivo.

Ambos bajaron, él con intenciones de abrir la puerta del lado del conductor aun si venía en el del copiloto, recibiendo un sermón de “No por qué sea omega me vas a tratar así”, cuando simplemente era un acto de cortesía, terminó siendo comprensivo pues a su... amigo, así lo habían criado, no por nada ahora está excluido de su “manada”.

Tocan el timbre y un niño algo tímido abre la puerta, quedándose en el medio y observando, parpadea hasta que por lo menos el se digna a saludar y toma la mano del pequeño bicolor simulando que también saluda y es cuándo el niño sonríe soltando un riudito como “hmmm”, muy abochornado.

一 ¡Tenko!, ¡Tenko!, ¿dónde est-

El peliazúl se queda con las palabras al verlo en el pasillo a la entrada, con dos hombres mucho más grandes y corpulentos frente a él.

Luego el cachorro corre a los brazos de su mami para esconder su cara en el vientre, teniendo cuidado ya que sabía ahí había un bebé, su próximo hermano u hermana.

一 Oh bebé, debiste avisarle a papi que habían visitas.

Afortunadamente pasan los segundos y después de una cálida bienvenida avanzan hasta la bonita sala que tiene un fuerte de almohadas y sábanas, muchos carros de colores y una que otra muñeca.

También les ofrecen algo para desayunar y nisiquiera lo piensan mucho, al menos no el beta por qué sesupone que a eso iba con su autodenominado mejor amigo pero terminó en un carro y luego en otra casa, sin desayuno.

一 Oigan, animales, ¿qué diablos hacen en mi casa sin avisar?

Shota les habla con un tono tan estoico como siempre ha acostumbrado pero con una sonrisa algo sarcástica, su pelo hecho una maraña que parecía ser una coleta y su pijama de gatos, eso no heria su orgullo de "alfa" por qué nisiquiera le importaba un pepino la opinión de los demás. Y Yagi no puede hablar, así que avergonzado levanta los hombros lanzando un poco su cabeza a un lado, señalando a Todoroki, sonrojando en el proceso, mientras limpia restos de la comida en el cachete del cachorro.

一 ¡Amor!, que imprudente de tu parte no saludar... pero en serio, ¿soy el único que se da cuenta?

Enji al borde del colapso refunfuñaba por la situación en la que se veía atrapado, teniendo que mentalizarse para pedir ayuda por segunda vez.