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Hoy era el momento y sosteniendo la mano de su pareja-no pareja entraron a la gran casa, con un jardín amplio y muchos juguetes que seguro pertenecían a sus cachorritos, haciéndole por breves momentos imaginar como jugaban con ellos aún si el no se involucraba.

一 ¿Mamá?

Ahí, en la entrada unos ojos azules parecidos a los suyos lo miraban sorprendido, a nada de lloriquear como un bebé, como su bebé que era.

Sin miedo pero aún serio se inclinó al suelo abriendo sus brazos como invitación a un abrazo. Y el niño pelirrojo corrió entre pequeños tropiezos y jadeos desesperados por el llanto.

一 Touya...

Suspiró con su omega feliz por reencontrarse con su pequeño una vez más, ambos saludandose entre un revoltijo de emociones y aromas.

一 ¡Te extraño!, vienes a quedarte con nosotros... ¿verdad?

Preguntó entusiasmado, limpiando sus lágrimas con una de sus pequeñas manos hecha puño, tomándolo de la otra, sacudiendo eufórico, haciéndolo avergonzar.

一 Mhm. Touya, déjame presentarte a dos personas.

Era obvio que no quería soltarse pero como podía hizo que Yagi, quien llevaba consigo a Shoto en sus brazos, se acercara más a ambos haciendo los ojos azules brillar más que nunca.

Aquel hombre rubio, tan... raro pero tan feliz como su alfita por tener de nuevo a su mamá en la manada y ese bebé... ese bebé tan parecido a él y sus hermanos y sus padres al mismo tiempo.

一 El es Toshinori, es mi... pareja. Y ese niño es tu hermano, Shoto.

En ese momento Enji también tomó la mano del rubio para hacerle sentir seguro, que nada pasaría y que no debía estar inseguro por ser llamado así.

Con permiso retiro al bicolor de los brazos grandes para bajarlo al piso y que mirara todo a su alrededor tan curioso como siempre, reconociendo de manera extraña al pelirrojo menor.

一 Hola Sho...

De la misma forma lo primero que hizo Touya, no sin antes pedir permiso, fue tocar el pelo partido a la mitad por ambos colores naturales. Tan suave que no pudo apreciar más por el berrinche del más pequeño. Al parecer era sensible y le molestaba que fuese tocado, quizá es por qué era un desconocido-conocido y sólo necesitaba ganar su confianza, o así habían dicho ambos mayores.

一 Buenas tardes, veo que ya se están conociendo

Desde el marco se asomó una alfa albina de ojos grises, mirada cansada y marcas de vida en su rostro, un vestido blanco con diseño de flores azules y una peineta que acomodaba delicadamente ese fino cabello platinado a la luz del sol en su maximo esplendor de medio día. Una mujer realmente linda y que fuera por conveniencia o no, Enji tal vez había tenido "suerte" en algún momento.